Gala León se queda sin garras

Nadie sabe las razones que llevaron a José Luis Escañuela a poner a Gala León al frente del equipo español de Copa Davis sustituyendo a Carlos Moyá. Y los que pueden saberlo, se lo callan en público y se mofan en privado. Los que no lo hacen son los tenistas, que uno tras otro, desde Nadal a Granollers y desde Robredo a López le han dicho que no aceptan la decisión y que se vaya. Son las garras del tenis español, los que han ganado títulos y cuentan con el respaldo de la gente. Gala jugaba con la izquierda - esa mano que ahora no ha tenido - pero se retiró del tenis profesional hace once años tras otros quince en los que apenas ganó un título "challenger" y un millón de dólares. Muy poco bagaje para adentrarse en la jungla de los grandes depredadores. Ni ella, ni Escañuela tienen salida. Conservan las sillas de los despachos pero se las han puesto en una inmensa nave vacía. Con 41 años y los ojos bien abiertos Gala debería aprender de su nombre y " haciendo gala" de sabiduría y oportunidad presentar su renuncia. O se va o la echan.