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Un segundo tamayazo sería inaguantable en Madrid

Esperanza Aguirre ya lo ha avisado: “No descarten que yo sea alcaldesa” y eso ha hecho pensar enseguida en un segundo tamayazo. Bastaría con que un concejal del PSOE (o de Ahora Madrid) se ausentase de la votación para que saliera adelante la lista más votada que es la de la lideresa. Ya corren por la Red algún nombre candidato a ser el Tamayo de 2015. Pero la realidad es que un segundo tamayazo, esta vez en el Ayuntamiento de Madrid, sería inaguantable para los que han votado a las opciones de izquierda. Nunca se pudo demostrar que Tamayo y Sáez, los diputados regionales que traicionaron a Simancas, habían sido teledirigidos por algún poder económico. Incluso Baltasar Garzón cuando se hizo cargo de la Gurtel pensó que ahí iba a encontrar la prueba del pago. La razón por la que Tamayo y Sáez se negaron a votar a Simancas fue que no querían pactar con los comunistas, cosa que serviría para justificar el nuevo tamayazo.

En el 2003, los dirigentes socialistas Zapatero y su secretario de Organización, José Blanco, se negaron a aceptar las presiones empresariales que querían que impidieran el pacto PSOE-IU y pensaron que no iba a ocurrir nada, pero al día siguiente Tamayo y Sáez les colocaron de golpe en la realidad. Ahora Pedro Sánchez está recibiendo los mismos avisos y ya veremos.

No quiero ni pensar lo que sucedería en Madrid si la posible alcaldesa fuera la “okupa” e independentista Ada Colau en vez de la tranquila y sensata Manuela Carmena. En lugar de un tamayazo estaríamos hablando de un golpe de estado en toda regla... hasta ahí llega la democracia de algunos poderes económicos.