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La destitución de Abadillo y el fin del Mundo

La destitución de Casimiro García Abadillo como director de El Mundo, Unidad Editorial, a los 15 meses de su nombramiento, es una típica jugada de libro de los directivos del consorcio italiano Rizzoli-Corriere della Sera Mediagroup (RCS), propietarios del diario que necesitaban un miembro de la redacción y del equipo de Pedro J. Ramirez para acabar con éste sin una rebelión de la redacción que no hubiera servido para nada, pero hubiera quedado feo. Y cuando ya ha cumplido su labor se le echa y en paz. Roma no paga traidores.

El 30 de enero de 2014, en una operación largamente pensada y diseñada destituyeron a Pedro J. Ramirez, a quien el el Gobierno y los dueños del Ibex35 hacia tiempo que no aguantaban sus continuos chantajes. Su derrota frente a César Alierta, presidente de Telefónica, al que intentó echar Pedro J. Como antes había hecho con su antecesor Villalonga, ya predecía que se le había acabado su tiempo de ser el “enfant terrible” de la prensa. La otra cara de la moneda, Juan Luis Cebrián, en cambio, sabía permanecer junto al poder a pesar de haber llevado a Prisa a casi la ruina. Pero hoy por hoy, Cebrián sigue mandando y Pedro J. Ramirez amenaza con sacar su digital “El Español” contra viento (el Gobierno) y marea (los grandes empresarios).

Los directivos de Rizzoli deben haber pensado que ya no pueden soportar las continuas pérdidas que les provoca un periódico que ya no cuenta en la política española y que ha perdido un 13% de su difusión en un año, algo que en parte puede achacarse a que la gente prefiere informarse por internet, pero la realidad es que también “El País” ha perdido muchos lectores, pero en cambio ha demostrado que puede seguir interviniendo activamente en la actividad política, como ha demostrado echando al líder del PSM, Tomás Gómez, y colocando a su caballo favorito Angel Gabilondo y patrocinando a la cabeza de la lista de “Ahora Madrid”, Manuela Carmena. Y lo que ha sido mucho más importante, colocando a Ciudadanos como la principal alternativa al PP desde el centro derecha por si acaso el PSOE se acaba hundiendo. Sin “El País” Albert Rivera seguiría siendo un gran desconocido, sin lugar a dudas.

Podría pensarse que la sustitución de García Abadillo por David Jiménez es, como dicen los responsables de Rizzoli, una medida para potenciar la versión digital de “El Mundo” en pro de las nuevas tecnologías, pero no parece que esa sea la verdad, ya que hoy por hoy los diarios que solo se publican en Internet no tienen la misma influencia que los que siguen apareciendo en papel. ¿Responder al reto que va a suponer “El Español” de Pedro J? Tampoco parece que puedan hacerlo con un director que no se puede medir mediáticamente con el ex director de “El Mundo”. Más bien parece el comienzo del fin del diario.

Por su parte, Pedro J. Ramirez ha retrasado la salida de su diario digital hasta septiembre porque sabe que, con el Gobierno y los grandes empresarios en su contra, solo tiene una posibilidad: tratar de intervenir en las elecciones generales. El problema es que no tiene caballo ganador a quien apoyar hoy por hoy. Rivera está ya copado por Cebrián, lo mismo que Pedro Sánchez, sólo le quedaría o bien volver al PP, si pusieran otro candidato que no fuera Rajoy, o tirarse a la piscina y tratar de acercarse a Pablo Iglesias. “Cosas veredes, Cid, que farán fablar las piedras”, le dijo Alfonso VI Rodrigo Díaz de Vivar.