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Jordi Pujol o el Sistema no perdona si te enfrentas a él

Cuando Mario Conde pasó de la gloria a los infiernos por hacer simplemente el amago de presentarse a las elecciones siendo presidente del Banesto en 1994, el Sistema sacó todos los cañones y acabaron con él a pesar de ser uno de los hombres más poderosos de España. Antes ya había sufrido parecida humillación José María Ruiz Mateos cuando había intentado quedarse con la banca española. Le expropiaron hasta los calcetines de Rumasa. Ahora le toca a Jordi Pujol comprobar que los mismos que le alababan y que ocultaron su escándalo en Banca Catalana, cuando cumplía su papel de presidente de la Generalitat a favor del Sistema, ahora se rasgan las vestiduras porque apoya la independencia.

Cuando llegas a lo más alto te crees ya intocable, pero ese Sistema, que antiguamente se llamaban las fuerzas vivas, que controla el Estado y sus cloacas, puede con todo. Los más listos como Gerardo Díaz Ferrán, poderoso ex presidente de la CEOE, o Rodrigo Rato, otrora padre del milagro económico español, o Miguel Blesa, que tenía en nómina a políticos y sindicalistas de todo pelaje, prefieren acatar el castigo y tratar de que el Sistema no le atropelle más. Pero, algunas veces, ni por esas. Los de Podemos también están comprobando su poder. Les van a laminar.