www.cronicamadrid.com

Los mercados apuestan por la renta variable y un dólar más fuerte en 2015

Por José Manuel Pazos
Los pronósticos de los inversores de cara a 2015 tienen en la apreciación del dólar su eje principal. La apuesta por la economía norteamericana es casi unánime. Algo parecido ocurre con la renta variable frente a la fija.

A todos los que estamos cerca de los mercados financieros nos gusta el ejercicio del pronóstico. Nuestro éxito y el reconocimiento social dependen de que nuestras predicciones se cumplan, porque la capacidad de pronosticar -acertadamente, se supone- es sinónimo de riqueza. Un neuroeconomista de la Universidad de Minnesota -existen esos especímenes en Minnesota- estudió con un colega de la Universidad de Cambrige a los operadores financieros de más éxito en la City londinense y, para su sorpresa, establecieron una relación directa entre los beneficios que obtenían con sus operaciones y la longitud relativa de los dedos anular e índice de su mano derecha.

No era poca la diferencia. Aquellos con el dedo anular más largo respecto al índice, ganaban hasta diez veces más. Si usted no sabía esto, seguramente se habrá visto tentado a dos cosas: la primera comprobar la fecha para ver si todavía es 28 de diciembre; la segunda verificar el tamaño relativo de sus dedos índice y anular.

Parece que la biología y la intuición se reparten la influencia en los pronósticos de los mercados financieros. ¿Será este año diferente y se cumplirán?
Los científicos, Rustichini y Coates, sabían ya de esa diferencia en otros campos como la música y el deporte. Ahora también se descubre que la biología aporta lo suyo en los resultados -recordemos que de suma cero- de los mercados financieros. Hoy, la ciencia del neuromarketing nos demuestra que la abrumadora mayoría de decisiones que tomamos son basadas en la intuición, pero ya los trabajos de Kahneman y Tversk, premiados con el Nobel de Economía en 2002, se basaron en el aprovechamiento científico de la intuición, y no tanto para saber si confiar en ella, sino en cómo entrenarla para poder fiarnos.

Dólar, Japón e India

Además de que estas fechas son propicias al pronóstico, surge la idea de esta nota tras haber leído que una de las estrellas fulgurantes de Wall Street, la gestora 'Whitney' calificada en 2007 por Fortune como la segunda mejor “ojeadora” de la bolsa de Nueva York, cerraba en agosto su consultora tras tres años de pérdidas, y que su fondo de inversión tiene serios problemas con los inversores a los que había prometido retornos del 17% cuando solo ha podido ofrecer pérdidas del 11%.

Es el eterno debate entre aquellos que defienden que la gestión activa no aporta nada que la pasiva no ofrezca y es sin duda mucho más barata. No se trata tanto de anticiparse a los mercados, como de saber seguirlos. Multitud de estudios demuestran año tras año que el hombre no es capaz sostenidamente de batir al mercado, y que son los gestores pasivos, aquellos que se limitan a tener una buena estrategia para seguirlos, los que ofrecen mejores resultados comparados. Decía Warren Buffet, en su carta a los inversores de 2014, que a su muerte el mejor consejo que podía dar a su viuda era invertir nueve décimas partes de su fortuna en el S&P 500 (Índice conformado por las 500 compañías de mayor capitalización en Estados Unidos).

El consejo de Warren Buffet a su futura viuda es que invierta nueve décimas partes de su fortuna en el S&P 500
Si todavía le quedan ganas de saber lo que deparará el año 2015 en los mercados financieros, y tras recordarle que Kierkegaard, filósofo del individualismo, afirmaba que la multitud nunca está en la verdad, ha de saber que las grandes apuestas -¿pueden llamarse así?- de los inversores de cara a 2015 tienen en la apreciación del dólar como su eje principal. La apuesta por la economía norteamericana es casi unánime, paradójica si nos atenemos al resultado electoral de mitad de mandato. Otra apuesta muy fuerte es por la renta variable frente a la fija, particularmente sobre los índices de Japón y de India. Hacía mucho tiempo que no había tal consenso, tal multitud apelotonada en unos pocos pronósticos. ¿Acudirán más antes de dispersarse? Buena pregunta. Mire sus dedos antes de responder.