Tomás, un regalo



GAO PING, EL TIGRE CHINO

A Gao, tigre de los polígonos de superventas chinos, le han apresado ahora porque quería volver a casa por Navidad. Gao Ping, galerista de éxito, financiero intratable, y vendedor compulsivo, le atribuyen el mérito de haber construido la mayor red de blanqueo de dinero de la historia de España. Sobre él se está construyendo una leyenda en la que solo faltan las mujeres. Lo demás, lo tenía todo, incluida alguna foto con el Rey, que algunos han querido airear como si fuera importante, cuando con el Rey tiene fotos mucha gente, sobre todo ahora que una imagen se consigue con un móvil. De Gao sabemos que aprendió español en el sur, como si fuera el personaje de una novela de Ramón J. Sender, y que vio en España un punto de desembarco de las baratijas chinas. En su polígono compraban todos los quincalleros que luego hacían la ronda por los mercadillos de medio país, esos zocos que son tan árabes como los que funcionan en Marrackech. Gao es joven, peina a lo dandy, separa el pelo con una raya muy años 20, viste trajes elegantes y adorna su casa con obras de arte. El chino ha sido siempre capitalista, a pesar de Mao, y muy ahorrador desde Confucio. Una vez un periódico nacional le hizo a Gao una contraportada y titularon así: “Todo lo nuevo está en China”. En el periódico pensaron en el arte, pero Gao estaba pensando en la pasta.

NACHO Y EL PLÁSTICO

Nos faltaba en España un actor porno internacional hasta que apareció Nacho Vidal, con sus atributos y su potencia de atleta, capaz de rodar media película en una mañana, sin pastillas, sin tomar la cantárida que es esa mosca con la que se ponen borricos los magrebíes. Nacho ha pasado por los calabozos de la Audiencia Nacional, ese tribunal para todo que tenemos en el centro de Madrid. Y le ha dicho al juez que su único delito ha sido el de prestar sus medidas para la inmortalización en plástico chino de su pene, en forma de consolador. A Gao solo le interesaba Nacho Vidal en su esplendor, nunca en estado de reposo. Nacho salió de la Audiencia con el juez más tranquilo que unas pascuas, y se fue a preparar su nuevo reality, que es donde le queremos ver, y que es donde se administra justicia en España. De lo de Gao nos vamos a enterar con pelos y señales viendo a Vidal, encerrado con un grupo de chicas, a las que administrará dosis homeopáticas de algún brebaje, como un harén. A la historia de Gao Ping, que algunos cachondos han bautizado como Pingao, le faltaban hembras. No pasa nada: Nacho y la tele las ponen, para que no echemos nada de menos.

TOMÁS, UN REGALO

Estaba la política aburrida, un poco baja de tensión y episodios nacionales. El último había sido el del juez aquel que dijo en un auto que nuestra clase política es decadente y está desacreditada. Estaba el patio un tanto anémico y esta semana lo animó nuestro Tomás Gómez, maestro de la retórica, azote de la derecha, paladín que se suele pasar, siempre de aceleración, porque lo suyo es ir por la vida política como la hormiga atómica, hipervitamido. A Tomás no le deben de quedar muchos argumentos y esta semana echó mano de la guerra civil, como si no hubieran pasado los años. Dijo aquello de que la derecha es hija y nieta de la misma que se levantó en armas contra el gobierno de la República, y se armó una buena en la cámara autonómica. Hay que decir que Ignacio González, el presidente, le respondió bien y le echó en cara el recurso al odio, al enfrentamiento, a los episodios trágicos de la Guerra Civil. A Gómez no se le movió un pelo de las cejas. Quizá no reparó a la hora del ataque en el parentesco de algunos compañeros de filas. Todos miraron a Maru Menéndez, por ver qué decía la hija de aquel militar que se unió al golpe de Tejero cuando el furrielazo ya había fracasado, ¡que ya es tener ojo para las inversiones! Un político que maneja la guerra civil como arma es alguien a quien no le quedan recursos, y espanta las moscas a manotazos, un político aspaventoso que se ha pasado con las proteínas. Para el PP de Madrid, todo un regalo.

WERT Y LA CALLE

Esta ha sido semana de calvario para Wert, aunque él, muy en plan Gary Cooper, dice que no le preocupan las manifestaciones, ni le inquietan las críticas, que todo va en el sueldo del político/ministro. Wert se hace el duro, aunque en estos días le han puesto a escurrir. La educación ha sido siempre campo de batalla de la izquierda, porque consideran que es un asunto intocable, y los socialistas han jugado siempre a tener a los ministros de instrucción de la derecha atados de pies y manos, quietos en la silla, sin poder firmar ni un decreto. Así lo hicieron con Pilar del Castillo, que se tuvo que tragar una ley que buscaba una mejora de la calidad de la enseñanza. Somos un país que tiene un gasto alto por alumno, y resultados muy mediocres en matemáticas y lectura, además de un insoportable fracaso escolar. En ese contexto, sorprende que los padres se hayan puesto en huelga. Hacer huelga de padres consiste en tener al muchacho en casa y prohibirle ir a la escuela, que es como decirle que para fastidiar al gobierno van a hacer del gañán un zoquete integral, un mendrugo sin oficio ni beneficio. Así hemos visto el primer paro de padres, animado por la CEAPA. Se ve detrás la mano socialista, y uno no puedo dejar de pensar que en términos de educación, España necesita mucha más instrucción y mucha menos doctrina, más profesionalizar la enseñanza, y menos politizar las aulas.

FIDEL Y LA ETERNIDAD

Castro ha reinventado la vida eterna. Esta semana le han dado por muerto. Le quedan días, más bien horas, decían en los círculos contrarios al dictador. Otros referían frases escuchadas a su médico más personal. Pero Castro, Fidel, no se muere, y para atestiguar su salud ha enviado cartas y unas fotos en las que aparece como un viejecito, tapado con un sombrero de paja, que saluda al autor de las instantáneas. “No te tenido un dolor de cabeza en mi vida”, dice Fidel. Seguro. Nosotros si, y muchos cubanos, para los que el dolor de cabeza principal, y el dolor de otros órganos, viene causado por la falta de libertad en la isla, por la persecución de los disidentes, por el acoso a quienes han comprobado que el comunismo, como me dijo una tarde un taxista ilegal en La Habana, “es la peor plaga que le puede caer a un pueblo”. Fidel no se va, y parece que cada vez que anuncian su muerte le dieran unos meses más de vida. Mientras, el régimen dirigido ahora por su hermano, alter ego sin carisma pero con mucha mano derecha, dice que ha iniciado la apertura, pero cada vez que publican una ley lo desmienten. Cuba no cambia, Castro se resiste a la despedida final, y todo sigue igual. Fidel ni se muere ni se calla. Sin novedad en La Habana.

FEIJÓO, EL CONSUELO DE RAJOY

Le conocí en los tiempos de Correos, cuando un joven Núñez Feijóo ponía orden en la empresa pública en la que aspiraban a trabajar los hijos de una buena parte de la clase media rural y provincial de España. Núñez venía de la Sanidad, del Insalud, donde había arreglado las cuentas públicas. En ambos monstruos dejó su huella como buen gestor. Así se labró una carrera política discreta, hasta que llegó a Galicia. Este domingo le dio a Rajoy una alegría, un respiro, una tregua. La izquierda, que veía en las elecciones gallegas y vascas un precipicio, se quería agarrar al clavo ardiendo de una victoria por mayoría simple del PP en Galicia. No fue tal, y Núñez Feijóo consiguió un triunfo que se acerca a los mejores tiempos de Manuel Fraga, cuando las victorias se celebraban en la plaza del Obradoiro con legiones de gaiteros. Núñez es menos teatral, mucho menos emotivo que don Manuel, tan frío como Rajoy, pero quizá con más carisma, con más comunicación que Mariano. De ahí que algunos vean en su perfil el idóneo para sustituir a Rajoy si las cosas se ponen peor, es decir si nos intervienen y el presidente se ve forzado a dimitir para dejar paso a otro gobierno con menos margen de maniobra. Todo esto son especulaciones. Con una mayoría absoluta en Madrid y otra en Galicia, Rajoy se puede dedicar a la economía y a resolver el gran problema que se presenta en el Norte, con Cataluña y el País Vasco dando la brasa con el asunto de la secesión.

MEDITACIONES DE RUBALCABA

Lo de este domingo en Galicia y el País Vasco ha sido la derrota de la izquierda nacional española. El Pachi de Galicia, entre desconocido y confuso, ha dejado que sea la izquierda radical y nacionalista la que se lleve los votos de un partido, el socialista, que no encuentra su identidad. En el País Vasco, el otro Pachi se hunde mientras emerge Bildu, ese partido al que Zapatero puso una pista de aterrizaje para que llegara al parlamento sin el lastre de su historia terrorista, a la que no han renunciado. Son las nueces que han caído del árbol que otros han agitado. A Rubalcaba le toca la tarea de reflexionar sobre la más seria derrota del socialismo en unas autonómicas. Su partido ha pasado a ser irrelevante en las comunidades que han celebrado elecciones, y corre el riesgo de repetir resultados en Cataluña, donde el PSC no termina de decidirse entre nacionalismo o españolismo. Cuando la marca se difumina, el voto huye por la ventana.
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