Las mujeres andaluzas llevaban tiempo denunciando el mal funcionamiento de los cribados de mamografías pero el asunto no ha trascendido a la sociedad hasta que el PSOE lo ha convertido en un argumento contra el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno. De la misma manera que no hubiéramos conocido de las andanzas de Santos Cerdán y Abalos si el PP y Vox no lo pudieran aprovechar para echar a Sánchez de La Moncloa.
Estamos en una sociedad donde las denuncias de los ciudadanos normales se quedan estancadas si un partido no las apoya para echárselas en cara al otro. Es verdad que en España se denuncian muy pocas cosas porque la gente da por supuesto que no le van a hacer caso ni en la comisaría de Policía ni los jueces,ni mucho menos las administraciones públicas. Así que para qué molestarse.
Es más seguro “politizar” el tema y conseguir que te apoyen el PP o el PSOE. Hay despachos de abogados, afectos a uno y otro bando, expertos en lograr convertir problemas ciudadanos en drones contra el partido contrario, cosa que tiene más efecto en la lucha entre los dos partidos mayoritarios, pero también Vox, por ejemplo, ha tenido algunos “éxitos” en este campo que también utilizan, con menos resultados otros grupos minoritarios.
Ni siquiera las organizaciones de consumidores, formadas precisamente para ayudar a los ciudadanos a denunciar, han podido aumentar el grado de esperanza de los ciudadanos a la hora de protestar por el aumento continuado de la energía, o las estafas telefónicas o el mal funcionamiento de la sanidad o la educación. Muy pocos confían en seguir ese camino abierto a bombo y platillo por los primeros gobiernos de la transición. Es mucho mejor “politizar” la protesta y dársela en bandeja a un partido para atacar al otro.
