Mientras, la compañía ha denunciado en un comunicado la existencia de una huelga de celo que "incumple los servicios mínimos del 100% decretados por la Delegación del Gobierno", afirmando que ejercerá "todas las acciones legales que le asisten en derecho" contra esta situación.
Esta acción sindical, conformada por 21 trabajadores de los más de 850 que forman parte de la plantilla del aeródromo, es "ilegal, abusiva y desproporcionada", según la firma de seguridad, que también ha subrayado que se trata de una huelga novatoria, "expresamente prohibida por el ordenamiento jurídico".
Por otro lado, Trablisa ha explicado que el comité de huelga exige pluses salariales que superan los 1.000 euros al mes, el incremento de un 75% del valor de las horas extra, que la empresa asuma el incremento del coste del aparcamiento, la equiparación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para la jubilación a los 52 años, entre otras peticiones.
En tal sentido, la compañía considera estas exigencias como "inasumibles" y "ajenas" a sus competencias, al mismo tiempo que ha defendido que se producen en un contexto en el que "la empresa cumple estrictamente con todas las obligaciones derivadas de los acuerdos con el comité de empresa, con las del convenio colectivo y las específicas del centro de trabajo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas".
Finalmente, Trablisa ha lamentado los perjuicios ocasionados a los viajeros y usuarios del aeropuerto madrileño en la jornada de ayer y ha reiterado que seguirá trabajando para demostrar el carácter "ilegal" y "abusivo" de este parón.
Con motivo de la huelga, AirHelp ha recordado que los retrasos derivados de la misma no son responsabilidad de las aerolíneas, por lo que los pasajeros no tienen derecho a compensación por pérdida de vuelo en estos casos.