El Alcorcón mira de cerca a la promoción de ascenso tras golear a domicilio al Córdoba

El Alcorcón sigue completando una soberbia campaña en su primer año en la División de Plata y con su importante victoria en El Nuevo Arcángel, goleada incluida aprovechando los fallos de un Córdoba que fue víctima de sus 'pifias', no sólo tiene muy cerca la salvación matemática, sino que incluso se postula para disputar la promoción de ascenso a Primera división al situarse a 2 puntos de dichos puestos.

Con mucho calor y poco público en las gradas, arrancó un encuentro en el que, si bien el Córdoba empezó con brío y generando un par de buenos centros en los primeros instantes, la primera ocasión clara fue de los visitantes. Una colada de Borja y Babin, el ex central del Lucena cordobés, cabeceó al palo izquierdo de la meta de Alberto García.

Sin embargo, la respuesta del Córdoba no se haría esperar y sería más contundente. Camille firmó una gran colada por la banda izquierda, hasta el punto de entrar hasta el mismo área de gol. Su disparo lo despejó un defensa, pero la pelota quedó muerta para que Oriol Riera, a placer, llevara la pelota a las mallas de Manu.

De cualquier forma, la defensa cordobesa estaba con dudas y ahí se originó el empate a renglón seguido. Una pérdida del mediocentro Jorge Luque en la media luna propició una internada de Sergio Mora a la espalda de De Coz, con el que sirvió un pase raso en paralelo que Quini sólo tuvo que empujar de zurda a la red.

Con el paso de los minutos, el Alcorcón dejó hacer al equipo local, que empezó a buscar su juego de bandas, aunque quizá lo que hizo más daño fueron los balones en largo. El caso es que en ese 'caldo de cultivo' el Córdoba se fue un poco del partido y el Alcorcón sacó petróleo. Montañés cazó un rechace en la frontal y llevó con la zurda la pelota a la red justo antes del descanso para poner el 1-2 e irse al intermedio.

Los de Lucas Alcaraz intentaron la reacción en la reanudación, pero en ningún momento pudieron con un equipo madrileño tan bien plantado en el terreno de juego como seguro en las acciones defensivas.

Encima y a falta de quince minutos para la conclusión, en una jugada sin ninguna tensión defensiva, Quini y Borja combinaron como quisieron y el madrileño llevó la pelota por bajo a la red y puso el 1-3. Sin opción para la reacción, Carlos Martínez botó una falta desde el lateral y la pelota se metió de nuevo en las mallas de Alberto García, un 1-4 y el partido totalmente sentenciado.