20/10/2010.- Parece que esta vez la filtración a la prensa ‘amiga’ --¿a quién, si no?—tiene visos de verosimilitud. Zapatero ha dado su brazo a torcer y, tras asegurar que solamente cambiaría al ministro de Trabajo, da la sensación, algo en lo que tantas veces habíamos insistido, de que prepara una amplia remodelación en su equipo: Rubalcaba, cada vez más cercano a lo que sería un sucesor, vicepresidente primero (ZP pagará caro el deshacerse de Fernández de la Vega); Trinidad Jiménez, premio de consolación, que lo mismo vale para la Comunidad de Madrid que para Exteriores (digo adiós con pena a Moratinos, excesivamente vapuleado); Leire Pajín, se lo juro a usted, ministra, aunque sea de Marina (toca Sanidad); Ramón Jáuregui, ya era hora, ministro de Presidencia; Valeriano Gómez a Trabajo…
¿Serán verdad todos estos cambios? ¿Se mantienen las cosas, ‘rebus sic stantibus’, en Economía, en Industria, en la vicepresidencia tercera, Cultura, Igualdad, Ciencia y Tecnología? Quizá NO. Puede que la filtración haya sido incompleta, puede que el relevo, hoy, en Trabajo no sea sino un primer escalón, para irnos acostumbrando a que habrá más relevos. A la hora en la que este comentario se escribe, solamente se conoce el gran desconcierto de Trinidad Jiménez, que iba a hablar de la prohibición del consumo de tabaco en Radio Nacional y se encontró con la noticia que publicaba El País.es –no la edición en papel, que no se había enterado--, teniendo que salir del paso como pudo, ni desmintiendo ni confirmando “hasta que no sea oficial”. Y es que a Zapatero, ya se sabe, le gustan los secretos.
Esta crisis, si así queda, no sería verdaderamente una crisis. Ni una incorporación de fuera del santuario del PSOE, ni algo que fuera realmente una sorpresa en cuanto a nombres. La sociedad civil sigue sin entrar en la vida política, al menos en la vida política oficial. Sí, Pérez Rubalcaba es un valor al alza, Jáuregui siempre ha estado ahí, sólido, en una reserva prudente, Valeriano Gómez –frustración para Octavio Granados —dejó buen sabor de boca…Pero ni entiendo lo de Trinidad Jiménez, ni la incorporación de Pajín, ni la permanencia de algunos ministros/as. Aquí no hay cambio de ideas. Solamente de rostros. Y no era eso, no era eso…
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