Pedro Sánchez parece estár dispuesto a entregar Madrid al PP para siempre. Cada vez que la oposición a Isabel Díaz Ayuso asoma la cabeza criticando las actuaciones del gobierno madrileño a favor de las empresas privadas, especialmente en Sanidad y Educación, algún ministro socialista saca el tema de subir los impuestos en Madrid, para dar nuevas bazas a la lideresa del PP.
La propuesta del presidente valenciano socialista Ximo Puig de poner un impuesto extra a Madrid para compensar al resto de la Comunidades, y el apoyo dado a la propuesta por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, podría dar más votos al PP en las próximas elecciones, ya sean generales o autonómicas, que toda la maquinaria de propaganda que puedan hacer los peperos.
Ya en las pasadas elecciones autonómicas, Ayuso barrió a los socialistas y al propio Pablo iglesias, gracias a su rechazo a subir los impuestos en Madrid –más bien prometió rebajarlos- y a su negativa a cerrar la hostelería. El candidato socialista, Angel Gabilondo no tuvo agallas para hacer callar a los ministros socialistas y así le fue.
Ahora el ministro Escrivá vuelve a incidir en la idea de la armonización fiscal –que no se extendería al País Vasco, por ejemplo- afirmando que la Unión Europea va ese camino y que "no tiene sentido que en España se recorra el camino contrario".
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, considera que la propuesta del presidente valenciano tiene recorrido y que es necesario explorarla, como también la necesidad de una reforma fiscal tras las acusaciones que dumping fiscal que desde el Gobierno valenciano se vierten sobre el de Isabel Díaz Ayuso.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha fijado una fecha, noviembre, para presentar el borrado en el que trabaja para reformar la financiación afirmando que “no vale que haya territorios que opten legítimamente por bajar los impuestos y a continuación pidan dinero al Gobierno de España, eso no se sostiene", ni que haya "islas fiscales" en España."
Montero sostiene además que Madrid “por el efecto capitalidad, hace que se atraiga una mayor inversión, un mayor volumen de renta, una mayor capacidad recaudatoria a la que no tienen acceso otras comunidades autónomas".
Escrivá, que acaba de firmar un convenio con el Gobierno valenciano para gestionar la tramitación del Ingreso Mínimo Vital , ha asegurado que la negociación está mucho más avanzada que en País Vasco y Cataluña y que Madrid ni siquiera lo han solicitado "porque no están dispuestos a completar el Ingreso Mínimo con recursos propios. Han mostrado poco interés en las políticas sociales".
El ministro cree que Ayuso no quiere hacerse cargo de esta gestión porque se han ahorrado 75 millones y llegarán a los 150 millones este año gracias a la puesta en marcha de este ingreso por parte del Gobierno central, “como tampoco las becas de comedor con el argumento espúreo de que no les dábamos los datos de los beneficiarios”.
El consejero de Economía de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, en nombre de la presidenta, ha respondido a Escrivá, acusándole de "madrileñofobia fiscal" y que "el Gobierno de Pedro Sánchez nos quiere poner un impuesto a los madrileños por ser madrileños, es una persecución fiscal".
Lasquetty considera "que ya está bien" y que a Madrid" le va bien con impuestos bajos", además de añadir que van a continuar bajando tributos como el IRPF o Sucesiones, como prometió en su campaña electoral Isabel Díaz Ayuso, y que “no van a permitir que a los madrileños nos fríen a impuestos”.
