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Los dos favores que el Madrid no hizo en Sevilla
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Los dos favores que el Madrid no hizo en Sevilla

El Madrid fue a Sevilla y se quedó como estaba. Jugo mal durante ochenta minutos y esperó el milagro de un empate, pero esta vez el milagro dijo no. Podía el equipo de Zidane haberse hecho un favor a sí mismo y de paso al Getafe. Haberse puesto por delante del Atlético en ese segundo puesto y colocar al otro equipo madrileño en puestos europeos. No quisieron hacerlo, no pudieron hacerlo y todos estuvieron mal. También Zidane que no supo colocar a los suyos, ni corregir los defectos que aparecieron desde el principio.

Mal la delantera con un Benzema convertido en el Llanero Solitario; mal el centro del campo en el que nadie se entendía con Ceballos, ni él mismo; y peor la defensa con Sergio Ramos fuera del texto y del contexto, tan mal que por su culpa marcaron los sevillistas el primer gol, luego falló un penalty, para ver como de nuevo le ganaban la espalda y la cartera antes de meterse el tercero en propia meta. No es que el resto de la defensa, principalmente Vallejo y Theo - que sigue pidiendo que le “vendan” lo antes posible- le ayudara mucho pero era el capitán y el ejemplo se debió quedar en el vestuario.

Caparros, el entrenador del Sevilla había pedido que el Madrid llegara con su versión C. Y le hicieron caso. Durante esos ochenta primeros minutos casi llega a la última letra del abecedario. Mal Asensio, mal Lucas Vázquez, mal Benzema, mal Kovacic, mal Casimiro...y llegamos a Casilla que casi la arma al final saliendo en busca de nadie casi a medio campo. Es verdad que aguantó en un mano a mano. Poca cosa para un segundo portero de un equipo que aspira a ser de nuevo campeón de Europa.

Tendrá que esperar el Madrid a un tropiezo del Atlético para convertirse en subcampeón de la Liga. Y tendrá que esperar el Getafe a un tropiezo del Sevilla para soñar con el séptimo puesto que le lleve a Europa. Mientras tanto el Sevilla de Messi y Suarez a lo suyo, a seguir ganando por goleada, esta vez al Villareal, con un triplete de Dembelé. Estoy seguro de que Florentino Pérez, si pudiera y en lugar de jugadores de futbol tuviera empleados de ACS, despedía a media plantilla y sin indemnización.