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El milagro inglés del minuto 97
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El milagro inglés del minuto 97

Tu te has vuelto de Turín con tres goles de ventaja. Crees que tienes el pase a semifinales “chupao”, que te basta con salir a entretener al público del Bernabeu durante 90 minutos. Y te equivocas.

Te equivocas entrenador con el esquema de juego y jugadores que has planteado. Te equivocas cuando a tu equipo le meten un gol en el minuto dos del encuentro y no rectificas el absurdo marcaje de Carvajal sobre un hombre que le supera en 20 centímetros y va muy bien de cabeza. Resultado, otro gol de la misma forma y con un centro desde el mismo lateral y por el mismo jugador brasileño, Douglas Costa, que hizo lo que quiso por todo el campo hasta que se le acabó la gasolina.

Así, sin una delantera eficaz y con una defensa que se descentraba a la más mínima, vas y cambias a Bale por Asesino y a C asimiro por Lucas Vazquez. Muy poca mejora, casi nada y Modric renqueante y sin fuerzas, Krros harto de subir y bajar balones, Isco más bien perdido en la creación y agotando fuerzas en un ir y venir. Y la Juve que va y en otro centro desde el mismo sitio de siempre compruba que ern la portería del Madrid los nervios conviereten las manos de Navas en mantequilla.

Los italianos empatan la eliminatoria y el silencio se adueña del Bernabeu. Huele a tragedia, el fantasma del Barcelona se pasea por el campo. La Juve es la Roma. Un gol más de la “Vieja señora” y el Madrid se quedará a cero esta temporada. Ronaldo ataca, cae, le hacen falta, protesta, pero la prórroga ya está en las botad de los jugadores. Hasta Valdano comienza a ver muy negro el pase de los blancos a semifinales.

Minuto 90. Tres minutos más. Errores, nervios. Ultimo ataque. Cabecea Ronaldo que antes ha estado a punto de imitar al goleador italiano. Llega Lucas Vazquez al centro del área y es empujado por detrás. Penalty si, pero de los que nunca se pitan en el minuto 93 de un encuentro de futbol. Michael Oliver se llama el árbitro inglés. Es jóven, no tiene mucha experiencia en encuentros internacionales. Ha sacado un montón de tarjetas amarillas y le saca la roja directa a un enfurecido Buffón al que se le salen los ojos de las órbitas. Le expulsa, le aplaude el público, se despide del Bernabeu casi tan mal como su amigo Casillas.

Punto de penalty, sale el portero reserva, Cristiano coloca el balón. Se tardan cuatro minutos en que se calmen los italianos. Tiro duro, seco, a la escuadra, imparable. El Madrid está en semifinales. Es el único español. El Bayern ha empatado en su casa con el Sevilla, que se fue a Alemania con un 1-2 en contra. El milagro inglés se queda en la capital del Reino. Florentino respira y pide un litro de tila y un masaje para aflojar los nervios. Zidane ha sacado el florero y se va directamente al vestuario. En la prensa italiana y catalana los comentaristas se fijan en los bolsillos. Hace frio cuando la madrugada comienza a andar.