PSOE: La M-30 se hizo porque las grandes empresas "buscaban tajo" y hubo "barrabasadas"

El que fuera representante del Grupo Municipal Socialista en el consejo de administración de Calle 30, el exconcejal Félix Arias, ha declarado en la tercera sesión de la comisión de investigación que el soterramiento de la M-30 se hizo con Alberto Ruiz-Gallardón por el interés de las grandes constructoras porque "las grandes empresas buscaban tajo" y mediante un "acuerdo entre derecha política y derecha económica".

Y todo ello, ha añadido en la comisión de Calle 30, mientras que el exalcalde buscaba un rédito político repitiendo su 'modus operandi' con grandes infraestructuras, como hizo con Metrosur siendo presidente de la Comunidad.

A preguntas de Cs, PSOE, Ahora Madrid y PP, Arias ha indicado que los socialistas acudieron a la campaña electoral con una propuesta de reforma de la M-30 con un plan de movilidad, es decir, con un proyecto urbano pero no con una obra de ingeniería, como finalmente fue, ha expuesto.

Sin embargo, en su opinión, lo que el exalcalde promovió fueron "unas obras faraónicas sin parangón en el mundo mundial, como se hizo con Metrosur con Gallardón". Para el portavoz del PP en la comisión, Íñigo Henríquez de Luna, esas palabras desprenden un "poso de resentimiento y amargura" porque "en el fondo" el socialista cree que gracias al soterramiento de la M-30 el PP "ganó las elecciones".

"BARRABASADAS"

El exconcejal socialista ha criticado las prisas por intereses electoralistas, lo que se tradujo en "barrabasadas desde el punto de vista legal", con la ausencia de declaración de impacto ambiental o con afecciones al Plan General, por ejemplo, y financieras. "Derivaron en una obra descomunal e innecesaria que alteró el modelo de movilidad de una ciudad en un momento con una contaminación enorme, cuando no se cumplía con la normativa del aire, con denuncias de la OMS por muertes por contaminación", ha remachado.

Arias ha focalizado gran parte de su comparecencia en el 'padre de la M-30', el ingeniero Manuel Melis. Así, ha comenzado señalando que el anterior alcalde a Gallardón, el también popular José María Álvarez del Manzano, era bastante "más pacato" y dijo que no al anillo subterráneo que le proponían grandes empresas porque lo que hacían era "buscar tajo" después de hacer Metrosur, una obra "inútil con una mala concepción para conectar los municipios del sur y estos con Madrid pero fue una pancarta para Gallardón, que quería repetir".

Entonces apareció Melis "como portavoz de la campaña de Gallardón anunciando, antes de las elecciones, que los anteproyectos ya estaban hechos". Entonces se propusieron las obras en torno a la M-30, con dos bypasses de 15 metros de diámetro con tres carriles por sentido. El problema es que no existían ni las tuneladoras necesarias para hacerlo.

La solución la encontró Melis en Alemania y Japón, países a los que encargó el encargo de estas tuneladoras, que fueron "encargadas por esas grandes empresas, aún no por el Ayuntamiento (no había ganado el PP aún las elecciones municipales con Gallardón)". Dichas empresas fueron las adjudicatarias de los trabajos de la M-30. "Parece un cuento pero no lo es", ha lamentado.

Para Arias, los sobrecostes de la obra partiendo los 1.200 millones anunciados en campaña por Melis se debe a un déficit de planificación porque "los proyectos se quisieron hacer deprisa, de modo que mientras estaban las obras en marcha se hacían los estudios de señalización, de ventilación"... "Somos el hazmerreir de la mayor parte de las universidades del mundo. Esto ha servido para que otras ciudades digan que disparate y se demuestra que doce años después nadie se atreve a hacer nada que sea la mitad de esto", ha lanzado.

TRABAJADORES DENUNCIAN INSEGURIDAD EN LOS TUNELES

La plantilla de EMESA, encargada del mantenimiento y conservación de los túneles de Madrid Calle 30, ha alertado de problemas de seguridad, reclaman que se les reconozca su categoría y estudia la convocatoria de movilizaciones "ante el incumplimiento desde hace un año del pliego de condiciones por parte de la empresa en lo que se refiere al servicio de emergencias".

Según ha explicado CCOO, en primer lugar, denuncian que EMESA, UTE formada por Ferrovial, Dragados e IMESAPI, tiene a su plantilla, compuesta por 80 personas, con categorías inferiores al trabajo que realizan, que es el de bomberos, entre ellas las de trabajadores de mantenimiento o de limpieza, por citar algunas.

En segundo lugar, denuncian el problema de seguridad existente en los túneles, "ya que el pliego de condiciones establece que debe haber cuatro bases operativas (en cada una de las bocas de los túneles) con cuatro personas en cada una de ellas."

"La realidad es que solo hay tres trabajadores en tres de los puestos, y uno de ellos se encuentra inutilizado. De hecho, el Ayuntamiento de Madrid ha abierto once expedientes a esta empresa por motivos de seguridad", han destacado.