www.cronicamadrid.com
Tragedia socialista en tres actos con tres protagonistas
Ampliar

Tragedia socialista en tres actos con tres protagonistas

domingo 26 de marzo de 2017, 23:03h

Si miramos la cifra de asistentes a los tres mítines que han dado los tres aspirantes a la secretaria general del PSOE la ganadora es Susana Díaz. Si miramos el número de puños levantados mientras se canta la Internacional el ganador es Pedro Sánchez. Si miramos quién está ya en tercer lugar y con escasas posibilidades de victorias el perdedor es Patxi López. Si miramos el conjunto el perdedor es el PSOE.

La realidad del segundo partido de la democracia española es que durante dos meses nos va a ofrecer una representación de lo mejor de las tragedias de Shakespeare, junto con lo mejor de la comedias de Lope de Vega. Sus tres protagonistas ya han elegido compañía y escenarios. Susana y Pedro buscan y necesitan grandes espacios para los seis fines de semana que separan el 26 de marzo del 7 0 14 de mayo, que es cuando se conocerá el nombre del vencedor de las primarias. Patxi es más intimista y busca locales de cercanía. Si estuvieran en Nueva York, los dos primeros ofrecerían su repertorio en Broadway y el último en el Off, que es lo alternativo.

Estamos en España y a la presidenta de la Junta ya le están atacando desde la derecha andaluza, desde la izquierda andaluza y desde su propio partido, que es lo que más duele y más daño hace. El PP y Podemos ya la señalan como traidora a su tierra por querer dirigir al socialismo patrio, algo que hasta que no se convoquen elecciones generales es perfectamente posible realizar. Si no fuera así, Mariano Rajoy no podría ser doble presidente de la nación y de su partido. Hay que hacer ruido con lo superficial y dejar en la cartera lo fundamental. Y de eso hemos visto y oído mucho este fin de semana.

Mientras el mejor Rajoy europeo se marchaba a Cataluña a negar una y mil veces el referendum independentista y defender el mantenimiento de la actual Legislatura, quizás convencido de la aprobación de los Presupuestos Generales; sus posibles rivales se enzarzaban en reivindicar su futuro y el de las siglas socialistas.

Si miramos las caras que los han acompañado, la lista de expresidentes del gobierno, expresidentes autonómicos y en ejercicio, ex ministros, alcaldes y ex alcaldes, secretarios generales de las Federaciones, altos cargos sería casi interminable. Susana Díaz gana por goleada s sus competidores. En el recinto de Ifema había mucha historia española, mucho siglo XX y muy pocos puños en alto. Sólo apareció el de Alfonso Guerra, por primara vez en un mítin junto a Felipe González. En la valenciana Burjasot Pedro Sánchez reivindicó un socialismo del siglo XXI rodeado y enarbolando el puño en alto de hace cien años. Y en Torrelavega, Patxi López, ha querido ser el más socialdemócrata de los tres, algo que parecía resucitar en Alemania de la mano de Schultz pero que ha sido barrido por el liberalismo conservador de Merkel en la primera de las batallas que este año se van a librar en territorio tudesco.

Ninguno de los tres líderes socialista que pugnan por el cetro de mando han dicho ni media palabra acerca de los problemas reales de los españoles. Hay un programa marco que se ha elaborado desde la Gestora con Eduardo Madina y José Carlos Díaz como responsables que debería ser la hoja de ruta que tomarían como propia tanto la dirigente andaluza como el dirigente vasco. Otra cosa es el madrileña, que si gana, volverá a poner patas arriba todo el andamiaje del actual PSOE. Y si a esa voladura y a su liderazgo se van a oponer ayer, hoy y mañana los dirigentes de Extremadura, Castilla la Mancha, Asturias, Aragón, Comunidad Valenciana y Madrid, por citar a los más evidentes; en su derrota no va a haber "prisioneros" razón por la cual sus seguidores, que visto lo visto hasta hoy son unos cuantos miles, se opondrán a la posible vencedora y en esa rebeldía dejarán las siglas o intentarán romperlas.

Las posibilidades de que tras el 39 Congreso Federal de junio el PSOE sufra la mayor crisis desde Suresnnes y se asome y caiga en una guerra civil son muchas. Si se miran las imágenes del mitin de Pedro Sánchez en tierras valencianas y se interpretan sus palabras, el ex secretario general quiere devolver a su partido a las fechas anteriores al 28 Congreso de 1979, cuando Felipe González abjuró del marxismo, dimitió y dejó que Alfonso Guerra condujera desde la trastienda a los socialistas a otro Cónclave unos meses más tarde para terminar el recorrido que habían iniciado unos años antes. Y, de paso, colocar a los suyos en el camino de La Moncloa.