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Milan puede ser Lisboa

El Atlético hunde a un mal Barcelona
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El Atlético hunde a un mal Barcelona

Vino con miedo el Barcelona a jugar al Manzanares. El mismo miedo que llevô a San Sebastiàn. El mismo con el que recibió al Madrid en el Nou Camp. Y con miedo se pierde casi siempre. Simeone le ganô la partida táctica a Luis Enrique y la defensa de los colchoneros y su medio campo cerraron las puertas a los que parecían hasta hace unas semanas poco menos que invencibles.

Fuera de las semifinales europeas y con la Liga en peligro, los azulgranas van dando traspiés sin entender qué les está pasando. Mereciò ganar el Atletico y lo hizo. Meteciô perder el Barcelona y perdiò. Pudo empatar en un penalti que no pitò el árbitro italiano pero hubiera sido un posible empate injusto visto lo que habian hecho los contendientes.

Enrique Cerezo, Simeone sus jugadores pueden estar mirando a la final de Milan como una posible revancha de Lisboa. Tan sólo hace falta que los " dos" equipos de Guardiola, al que entrena que es el Bayern y al que va a entrenar, que es el Manchester City se enfrenten a los dos equipos de Madrid y estos les dejen sin el premio de la final. Estaría bien. Claro que un choque entre los dos de casa aseguraría una final con presencia española

El mérito del Atlètico esta temporada es mas grande si miramos los números. Tiene un presupuesto que es una cuarta parte del que tienen Madrid y Barcelona y està peleando de igual a igual por los títulos. Buena administraciòn de los recursos, buen espíritu de club, una gran afición. Algo de ello pueden aprender Florentino Pérez y Zinedine Zidane, por no mirar más lejos.

Hubo en el Manzanares mucha más emoción que futbol. Demasiadas faltas, exceso de nervios. Estaba mucho en juego y ganó la apuesta el que más confiò en sus cuerzas, el que se mostró más seguro de si mismo y de su filosofia de juego. Anda sobrado el Atlético de fuerzas y se arrastra el que aün manda en la Liga. Como se descuiden en Barcelona se quedan compuestos y sin novias. Pasar del infinito al cero es fácil. Tan solo tiene que seguir jugando como lo ha hecho en el Manzanares y perder dos partidos o empatarlos. Es verdad que los dos equipos madrileños tienen que ganar y ganar, pero la fé mueve montañas y clasificaciones.