El experimento de Ancelotti se quedó sin burbujas

Si frente al Atlético de Madrid el colocar a Sergio Ramos de mediocampista en lugar de recurrir a Illarramendi o a Lucas Silva le salió bien a Carlo Ancelotti y el Real Madrid pasó a semifinales de la Champion, en Turín y ante la Juventus el experimento se quedó sin burbujas. Ramos estuvo fuera de sitio todo el partido, con errores de bulto y sin saber muy bien cómo y con quién jugar: si con Kroos, si con James, si con sus compañeros de la defensa...A partir de ese hueco en la construcción de su juego el Madrid volvió a demostrar que es un equipo mal construido, con fichajes que no se sabe muy bien para que se hicieron y con figuras que piensan mucho más en ellos que en el equipo.

Pase lo que pase en el partido de vuelta e incluso si el Madrid ganará el máximo trofeo continental - algo que parece muy difícil o casi imposible visto su nivel de juego - Florentino Pérez tiene un cajón de problemas por resolver, desde la portería a la delantera, y con explicaciones que dar a los sufridos y decepcionados socios.

El conjunto blanco, que vistió de negro en Italia, acumula mucha inversión en nombres pero carece de alternativas cuando no está Modric, no puede contar con Benzema o Isco se enreda en sí misma. Bale ya ha confirmado que quiere irse y que no vale lo que se pagó por su fichaje. Lucas no existe salvo en la mente de su presidente y el sabrá las razones de traerlo al Bernabéu para tenerlo sentado en el banquillo, hay huecos alarmantes en los dos laterales de la defensa y desgastar a Kroos un día si y al otro también da una idea de la poca o nula habilidad de Ancelotti para armar un equipo con más de un molde. El entrenador italiano no quiere jugar de otra manera que no sea el aburrido y fácilmente desmontable 4-3-3, en el que la forma física y la entrega de los jugadores es primordial.

Hoy por hoy el Madrid no puede compararse en este final de temporada ni con el Bayern de Guardiola, ni con el Barcelona de Luís Enrique, que aparecen como lo dos grandes favoritos para estar en la final de Berlín. Con uno de ellos tendrán que lidiar los blancos si consiguen mantener su portería a cero en el Bernabéu frente a la Juventus y marcar al menos un gol. No es mucho pedir pero visto lo visto les va a costar un mundo.