El Niño vuelve a casa por Navidad

Cedido en el Milan de Inzaghi por el Chelsea de Mourinho, sin sitio en ninguno de los dos equipos, ni tampoco en la actual selección de Del Bosque, Fernando Torres vuelve a su casa futbolística para reivindicarse como delantero y goleador o para cerrar definitivamente su carrera. En el mismo espacio en el que se convirtió en el jugador más caro del fútbol español, ansiado por varios equipos de la Premier League y dispuesto a competir con el mismísimo Cristiano Ronaldo en los campos de Liverpool y Londres.

El Niño que se marchó en 2007 al Liverpool con 23 años no tiene nada que ver con el que regresa con los treinta cumplidos. En las Islas todos le quisieron y la última patada hacia Italia se la ha dado el polémico e insoportable Mourinho. Triunfó Torres al llegar y ha fracasado en las dos últimas temporadas. El fútbol de elite es muy duro, exigente, insolidario, frío como un cuchillo. Torres ha sentido el filo en su cuerpo y puede que en el Calderón encuentre la pócima salvadora entre una afición que le va a recibir con los brazos abiertos y un entrenador que ha pedido su regreso para poder luchar por los títulos frente al Madrid y el Barcelona. Simeone puede devolverle la estabilidad, el olfato goleador, pero no le puede devolver su físico, ni su potencia. Veremos si estos mas de siete años de trotamundos no le han pasado factura en su zancada, la que le permitía marcharse de sus defensores y encarar la portería rival.

El joven que nació en Fuenlabrada un 2o de marzo de 1984 regresa convertido en un hombre con mucha experiencia en las botas y en el corazón. Siempre ha sido rojiblanco y con su salida mejoró y mucho las cuentas del club que preside Enrique Cerezo. Tendrá que pelear por la titularidad y ofrecer a Simeone goles y razones para justificar su apuesta. Cariño le va a sobrar pero en igual medida se le va a exigir y las aficiones - lo hemos visto en el eterno rival con Iker Casillas - te aplauden o pitan con igual facilidad. Su triunfo, que será el del Atlético de Madrid, puede darle más emoción a una Liga que aparece dominada por los dos de siempre.