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El 'backstage' de los festivales

Por Patricia Zamora

Ya estamos en pleno verano en Londres y ¿Qué sería de un verano sin festivales? Seguro que todos hemos asistido a más de uno, pero aquí podemos encontrarlos un tanto distintos . Ya sabéis que los ingleses siempre marcan la diferencia y en esto no iban a ser menos. Un festival no es sólo un lugar en el que los jóvenes van a beber y pasar varios días de locura, es un punto de encuentro cultural y musical. De todos es sabido que el mundo de la música en Inglaterra es muy rico y puede que una de las razones sea la manera de vivir la música. El negocio es importante, pero no todo se basa en pagar una entrada y acceder a un gran recinto con varios escenarios, arena y barras, también existen sitios en los que hacer cosas nuevas, dejarse envolver por el arte y aprender.

Muchos festivales provienen de tradiciones históricas que han evolucionado hasta quedar en una celebración en la que se rememoran los tiempos pasados. Un ejemplo es la celebración de la llegada del verano en Stonehenge, donde se mezclan tradición, música y cultura para verte envuelto en un festival improvisado.

Stonehenge es un famoso monumento megalítico, conocido como el templo del sol. La noche en la que entra el verano es la única vez en todo el año en la que se puede acceder a él, tocar las rocas y adentrarse en su misticismo al ritmo de timbales y trompetas. Todo esto es gracias a los druidas, los cuales son reales y siguen existiendo en nuestros días. Sus ritos se basan en el respeto a la tierra y la conexión con sus espíritus. Hoy en día, hacen más presente que nunca su cultura la noche del 20 de junio enseñándonos a conectar con la naturaleza y los Dioses. En medio de la nada, solo con música y tradición, puedes disfrutar de nueva música y otra cultura sin llevar una entrada o estar bajo cientos de focos.

Si nos quedamos en la capital tenemos que recordar que Londres es más que conocida por su oferta musical y una de las maneras de hacerla llegar a todo el mundo es la organización de los street festivals, festivales gratuitos en la calle con distintos ambientes musicales. El Rivington Street Festival es uno de los más conocidos. En una calle cortada con tres callejones se montan tres escenarios diferentes. Además de la música se puede disfrutar de la artesanía en los mercadillos que hay en el interior y por su puesto no falta la comida de varias partes del mundo. Un modo de acceder a la música y poder conocer nuevos grupos que no cuentan con un gran escenario en el que actuar.

Por supuesto, no siempre todo es así, hay muchos festivales comercializados como el famoso Gastonbury, pero son un tanto distintos ya que dentro del recinto en lugar de encontrarte solo escenarios y un hombre con una mochila llena de cerveza hay muchas más cosas que hacer. Hay lugar para el arte, el baile e incluso actividades de riesgo, ya que algunos festivales puedes cruzarlos en tirolina. Uno de los que marca la diferencia es el Secret Garden, un festival en plena naturaleza que sin contar con patrocinadores te ofrece la posibilidad de participar en teatros, aprender a ser modelo, limpiar tu Karma y hasta casarte. Además, hay actividades que tienen que ver mucho con la historia, como la recreación de batallas de Gladiadores o las guerras de colores que provienen de la tradición india que da la bienvenida a la primavera. Otra curiosidad de este festival es que los niños también tienen cabida aquí, desde pequeños tienen acceso y contacto con mundo de la música y por eso muchos festivales cuentan con un lugar para ellos. Una imagen de lo más llamativa ver familias enteras en un festival, una imagen que nos rompe los esquemas de que los festivales son una excusa para que los jóvenes se 'corran una juerga' ya que el ir a un festival no solo es ver a tu cantante favorito, hay mucho más detrás.