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Los tenistas que no aman la hierba

Caído Rafa Nadal en octavos, Wimblendon se ha quedado sin españoles. A nuestros tenistas no les gusta la hierba londinense. El número uno del mundo tenía una cuenta pendiente con la escurridiza pista y tendrá que esperar al año próximo para volver a intentarlo. Un australiano de 19 años ha sido el culpable junto a ese " miedo a perder" que parece atenazar al tenista mallorquín en algunos de sus últimos encuentros. Es más psicológico que físico. Estaba a punto de ganar el tercer set y dejó que se le escapará. Llegaron las dudas y con ellas se terminó el partido y la presencia española en una de las grandes capitales del tenis.

Nadal está en la historia del deporte mundial y siempre se le pide un poco más. Puede que pierda el puesto de número uno si su perseguidor serbio gana el torneo, pero el problema no estará en el ranking, el problema está - aunque no quiera reconocerlo el jugador - en que ahora pierde partidos que antes ganaba, se deja llevar cuando antes remontaba lo imposible. El físico cuenta y las pistas rápidas no son un territorio en el que el de Manacor se encuentre a gusto. Sus piernas no son lo que eran y su saque no es de los que intimidan.

El tenis español siempre ha brillado en la tierra, tanto en lo masculino como en lo femenino. Roland Garros está para demostrarlo, con ese récord de Nadal de nueve torneos ganados que se antoja imposible de superar en estos momentos por ningún otro tenista. Y esta Arantxa Sanchez Vicario, la que sigue siendo la mejor de los nuestros hasta la fecha. La hierba la conquistamos a empujones, en acciones solitarias que apenas tienen continuidad. Esa superficie exige unos golpes, una estrategia basada en el saque y la volea que podían ser lo ideal para tenistas como Feliciano López, pero aquí falla la constancia, el sacrificio, las ganas de ganar por encima de todo. La suma de las cualidades de Nadal y Feliciano darían lugar al tenista perfecto, ese que en muchos momentos se parece a Djokovic.