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Pérez y Cerezo, el juego de dos presidentes

En Lisboa, a las once de la noche del sábado 24 de mayo de 2014, los dos presidentes de los clubs de fútbol más importantes de Madrid, vivirán situaciones y tendrán sensaciones muy distintas. A Florentino Pérez sólo le vale la victoria. Para él, para su equipo dirigente, para su entrenador, para sus futbolistas y para todos sus socios, quedar segundos, salir derrotados de la capital portuguesa será una tragedia. En el otro lado, Enrique Cerezo y los hermanos Gil, su entrenador, sus jugadores y sus socios ya han ganado, y si vencen en esta final habrán alcanzado el cielo. La presión y la tensión se viste de blanco, no de colchonero.

Quinientos millones de presupuesto exigen grandes victorias y la Copa del Rey es una premio de consolación. El Madrid y su presidente necesitan la " Décima" para mostrar el potencial del club en todo el mundo. Por prestigio y por dinero, que es mucho lo que está en juego. Florentino tendría un problema si vuelve con las manos vacías, Enrique, con un tercio del presupuesto de su rival ya ha ganado la Liga, el gran trofeo de la regularidad tirada por el Real en cuatro partidos.

No se gasta uno doscientos millones para tener a Cristiano Ronaldo y a Gareth Bale en tus filas, y que luego vengan un Koke y un Gabi y te hagan dos rotos en tu traje de campeón. Las derrotas siempre duelen pero son más agudas cuando el que te derrota es el vecino " pobre", el que viaja en taxi mientras tu lo haces en limusina. Esa diferencia, esa exigencia, esa forma de ver lo que está en juego en Lisboa, la conocen todos. Florentino Pérez quiere mirar desde arriba a Enrique Cerezo, y éste tiene toda la intención de reírse por lo bajo sí consigue que su " colega" doble la rodilla mientras sus jugadores pasean la Copa por el estadio.

Si Simeone ya ha cumplido y tiene todo el cariño, respeto y admiración de los suyos, Ancelotti tiene que ganárselo. Estuvo bien ganar en Valencia y en Munich, pero eso es pasado, ya no cuenta. El rojiblanco representa lo mejor del espíritu del Manzanares, de su afición, de esos miles de sufridores que han encontrado en el "Cholo" a su estandarte. El blanco sabe que si no se trae la "Décima" de Lisboa va a tener difícil su continuidad en el banquillo merengue. Son las grandezas y miserias del fútbol, que reflejan a la perfección las de la condición humana.

Para el Atlético ganar la Liga y jugar la final de Champion es un triunfo. Para el Madrid perder la Liga y perder la Champion será un fracaso, pese a los cinco goles que le endosó a su rival en las eliminatorias de la Copa del Rey. Pérez soñaba con emular la grandes de Santiago Bernabéu, con varias copas de Europa y un nuevo estadio que fuera la envidia del mundo deportivo. Es posible que la segunda parte del sueño la pueda conseguir, pero la primera, la más personal, depende este fin de semana de lo que hagan once, doce, trece o catorce jugadores durante un máximo de dos horas en un campo de fútbol de Lisboa. Cerezo ya ha cumplido su sueño, quiere seguir soñando pero si despierta con una derrota no tendrá pesadillas.