Los males de Florentino

El presidente del Real Madrid y de ACS ( por este orden) vuelve a torcer el gesto ante los suyos cuando creía que sus males habían encontrado remedio en el liderato del equipo en la Liga y en su " larga cambiada" a su sustitución al frente de la constructora por Marcelino Fernández, anunciada tal y como le habían pedido sus socios los March y los Albertos, por un lado, y los bancos acreedores, por otro.

Han bastado dos derrotas seguidas ante el Barcelona y el Sevilla para que la crisis llame de nuevo a su puerta. Tiene remedio, pero las dudas que suscita su forma de entender el mando son cada vez mayores, al igual que su peculiar manera de repartir premios y castigos. Sobre todo porque los presupuestos del Club, con más de quinientos millones de euros, son los mayores del mundo y no esta nada clara la cuenta de ingresos y gastos y los balances de los últimos años, con una reforma del estadio Bernabéu que va a suponer un desembolso multimillonario, si antes no se cruza algún que otro problema administrativo que eche por tierra lo que ya está negociado con el Ayuntamiento de Ana Botella.

Nadie le discute a Florentino Pérez su valor y su mérito como gestor y su liderazgo para convertir un grupo de pequeñas empresas en un gigante mundial como es ACS. Lo que se le discute a nivel empresarial es su capacidad para seguir al mando del portaaviones que el mismo ha construido. Y lo mismo le ocurre en el terreno deportivo tras su primer abandono y su vuelta a la presidencia del club más laureado del planeta.