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Carta sin sello de Iker a Florentino



El guardameta del Real Madrid le ha vuelto a mandar a su presidente una carta sin sello, de esas que se envían a través de unas declaraciones a la prensa o de las respuestas que se dan a un preguntón grupo de niños. Iker Casillas le insiste a Florentino Perez en sus deseos más inmediatos y en lo que esta dispuesto a hacer para conseguirlos. Quiere seguir en el club pero no a costa de que le conviertan en un segundón de lujo. Está dispuesto a entrenar a fondo, a ser disciplinado y hasta obediente pero no a convertirse en una figura decorativa cuando es un icono a nivel mundial, respetado y admirado hasta que a Jose Mourinho, con la complicidad del presidente, se le ocurrió sentarle en el banquillo para siempre aprovechando una inoportuna lesión causada por el defensa Arbeloa que para que engañarnos no parece que le tenga mucha simpatía al portero.

Convertido en el segundo portero del Real Madrid por un entrenador sin carisma, sin sentido, sin plan y sin soluciones para un equipo millonario en gastos pero pobre en resultados, Iker ya conoce en propia carne lo que significa el éxito en España, haya donde puede llegar la envidia, hasta donde se puede intentar hundir a los que triunfan, a los que les sonríe la vida. El poder de destrucción de los mediocres es infinito. No se trata de que Diego Lopez sea mejor, igual o peor que Casillas, de la misma manera que no lo era y no lo es si le colocamos al lado de Víctor Valdés o Pepe Reina. Los cuatro son buenos y cualquiera de ellos sería titular en un club o en la selección. Lo que tiene Iker es un plus, ese algo de los elegidos, eso que se llama carisma, que es capaz de atraer a la gente a los campos de fútbol, y que representa un plus en el campo frente a los delanteros de los equipos rivales.

Si tenemos en cuenta lo que ha sucedido con " cartas" anteriores no es previsible que Florentino Pérez se dé por enterado de la misiva y que obre en consecuencia. Ahora ETA mas preocupado por encontrar otro florero con el que distraer a los socios y seguidores del Madrid ante la constatación de que Gareth Blade no entusiasma y puede que no lo haga nunca. Puestos a gastar millones, unas cuantas decenas de ellos más, no importa. Los números y la contabilidad creativa pueden con todo, hasta con una deuda superior a los 500 millones de euros, tal y como aseguran algunos socios y ex directivos del club blanco. El presidente se defiende diciendo que son ataques a su persona y no a la entidad y tiene toda la razón. Si se hace un estudio de los millones de euros invertido y de los trofeos conseguidos, el resultado sería más que malo. Un desastre si en vez de fútbol hablásemos de una empresa de otro sector. Salvo que lo que se busque sea convertir al Real Madrid en una sociedad deportiva inviable, lograr que se transforme en sociedad anónima y buscar socios que inviertan en ella, incluso vendiendo la mayoría de las acciones, que es lo mismo que ha hecho el impresentable presidente del Inter de Milan, Massimo Moratti vendiendo el 70 por ciento del club a un grupo de inversores indonesios. Tal vez ese sea el futuro de todos los grandes clubs de Europa a semejanza de lo que ocurre con todos los clubs deportivos de Estados Unidos en el baloncesto, el rugby o el béisbol.

Desde el punto de vista económico y comercial Iker Casillas es un activo muy importante para el Real Madrid. Es un despilfarro tenerlo en la situación actual y que sólo se explica por el deseo de hacerle daño allí donde más le duele, en lo profesional. Porteros buenos y muy buenos hay unos cuantos en España. El chico que salió una mañana del aula de su colegio en Mostoles para convertirse en el mejor portero del mundo es hoy por hoy único. Si Carlo Amcelotti lo mantiene en su actual situación conseguirá que se marche. Luego se marchará él con su hija, su yerno y la bolsa bien llena. Siempre se paga bien al que hace el trabajo que el que manda no quiere hacer por no mancharse las manos y la imagen.