www.cronicamadrid.com

Dos gallitos, una crisis

La Huelga General del 14 de noviembre, la segunda en la etapa de Mariano Rajoy al frente del Gobierno de España contra los recortes que están tocando a todos los sectores sociales, y agotando a los ciudadanos con menos recursos y más necesidades, estuvo presente en el Pleno de la Asamblea de Madrid.

Un día después de que muchos trabajadores, menos de los necesarios para ser escuchados por los que mandan, según sus afines y solidarios amigos del PP, secundasen el paro de 24 horas, el portavoz de IU, Gregorio Gordo, preguntó al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, por este asunto.

La tarde anterior, decenas de miles de madrileños habían salido a la calle para protestar por el empobrecimiento general de la ciudadanía y por los ataques constantes e impresentables a los servicios públicos de sanidad, educación y servicios sociales, a través de la reducción del gasto para estas partidas. Gordo recordó que apoyó esta huelga, y también las anteriores, también las que montaron los sindicatos contra la reforma laboral del Gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Ignacio González dijo lo que tenía que decir ya que la movilización del 14-N iba contra todos los recortadores y contra las medidas anunciadas en los Presupuestos de la Comunidad para 2013. El mandatario madrileño dijo lo que correspondía, lo contrario de lo que expresaba cuando el presidente era Zapatero y no era Rajoy el que recortaba derechos a los trabajadores.

En la Huelga General del 27 de mayo de 2010, la derecha puso verde al gobernante socialista por lo que hacía pero no se sumó al día de paro de los sindicatos porque el PP no es un partido que haga eso. Hace algo más de dos años, el PSOE criticó la acción de protesta porque el gobierno era de los suyos y su representante en Madrid, Tomás Gómez, no hizo huelga. El PP criticó las medidas de Zapatero porque no las hacía Rajoy, e IU salió a la calle con los primeros recortados.

Eso es lo que reprochó Ignacio González a Tomás Gómez, después de que el líder socialista preguntará al gobernante del PP por las medidas sanitarias incluidas en los próximos presupuestos. Eso mismo día, González aclaró que sigue adelante con el euro por receta, que sigue con sus actuaciones en el Hospital de La Princesa, cuyos trabajadores protestan por la barbaridad que inicialmente se pretendía, y que sigue adelante la privatización de la gestión de un buen número de hospitales nuevos puestos en marcha en la etapa de Esperanza Aguirre como presidenta de la Comunidad.

El presidente regional y el jefe de la oposición socialista se intercambiaron frases hirientes que buscaban un titular periodístico y se dijeron de todo menos bonito. Gómez informó de que recurrirá ante el Tribunal Constitucional el euro por receta y llamó a González “gobernante peligroso para los madrileños” y privatizador descontrolado.

El presidente de la Comunidad llamó “incoherente” a Gómez y recordó que, en otro momento, defendió privatizar el 14% de la actividad sanitaria. No cabe ninguna duda que ambos son dos gallitos y que se lanzan picotazos al cuello con la intención de hacer caer al otro en esa pelea directa que mantienen desde hace ya mucho tiempo. Para el líder del PSM, su pasado y sus declaraciones programáticas en la etapa de Zapatero al frente del Gobierno de España y del PSOE son para olvidar y para González, su presente tiene que ver con el pasado que también desea quemar en el fuego purificador, sobre todo, los relatos de los enfrentamientos de Rajoy con Esperanza Aguirre, que le cedió la Presidencia de la Comunidad y, quizá también muchos de sus marrones.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios