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La obligación de Casado de decir no al quinto Estado de Alarma
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La obligación de Casado de decir no al quinto Estado de Alarma

lunes 11 de mayo de 2020, 14:03h
A la quinta va la vencida o lo que es lo misma, a la quinta petición del Gobierno de mantener el Estado de Alarma, Pablo Casado y el resto de los 88 parlamentarios del PP tendrán que decir:no.

Será la semana que viene y el presidente del primer partido de la oposición no podrá críticar con la máxima dureza al Gobierno para luego quedarse en la abstención, en esa tierra de nadie que desconcertó a todos.

Si la cuarta prórroga ha unido en las votaciones a parte de la derecha más dura con parte de la izquierda más intransiguente; y ha obligado al presidente Sánchez a premiar los seis votos del PNV con una considiciones especiales para Euskadi en las medidas de la segunda de las Fases, que deben llevar a España a la “ nueva normalidad”, la quinta necesitará de mayores esfuerzos por parte de los negociadores del Gobierno para salir adelante.

Los 178 votos conseguidos en el Congreso apenas superan la mayoría absoluta que es necesaria para refrendar las intenciones del Ejecutivo. Tres menos y saltará por los aires la estrategia de los socialistas y de sus compañeros de Gabinete. Puede que los buenos oficios de Pablo Iglesias consigan que Gabriel Rufian y los otros doce parlamentarios de ERC regresen al sí, pero las futuras elecciones en Cataluña y la lucha por el futuro gobierno catalán entre ERC y JxCat, con la CUP mirando de reojo a ambos grupos, puede que imposibilite el cambio de estrategia que ya ha marcado Oriol Junqueras.

Si en diez días no cambian las decisiones de los otros grupos, los 88 votos con que cuenta Pablo Casado se sumarán a los 76 noes que lograron la amalgama de Vox, ERC, Foro Asturias y JxCat. Sumarán 164 y dejarán a La UPN, al BNG y Bildu, con sus ocho votos en la soledad de la abstención.

El líder del PP, pese a las equivocaciones habituales en la estrategia de su número dos, Teodoro García Egea, y la presión continuada que recibe desde la Faes de José María aznar y una parte de su núcleo de confianza, intentará que algunos de los partidos que votaron sí, se pasen a la abstención e incluso al no. Misión casi imposible si miramos al PRC cántabro, a Teruel Existe o a Nueva Canarias, Compromís y Màs País. Coalición Canaria y su solitaria representante no modificaría el resultado.

¿Puede lograr Pablo Casado que el PNV o Ciudadanos cambien sus votos?. La posibilidad existe pero la probabilidad es más bien escasa. Los vascos ya han conseguido una diferencia sobre el resto de autonomías y tan sólo tienen que “apretar” un poco más a Sánchez para que los deseos expresados por Iñigo Urkullu de celebrar elecciones autonómicas en julio se cumplan.

En cuanto a Ciudadanos, El paso de Inés Arrimadas alejándose de la herencia de Albert Rivera y de los otros dos partidos que dieron lugar al “tridente” o “trifachito” indica que la presidenta de la formación se va a mantener en el sí a cambio del mayor protagonsmo que ya ha conseguido pese a sus diez escasos representantes en él..

Tanto si Pedro Sánchez consigue su quinta prórroga como si Pablo Casado lograra una mayoría de noes y de abstenciones que le dejara al presidente del gobierno sin la mayoría absoluta, la imagen que saldrá del Congreso será la de una España dividida en dos mitades y con mezclas ideológicas de difícil encaje para los tiempos que vienen y las necesidades de unidad ante la dura crisis económica que va a ser imposible de evitar. Más gasto social y menos ingresos llevan a un laberinto del que los españoles saldremos con más impuestos, recortes en las inversiones, austeridad en las instituciones, endeudamento en el exterior y una AYUDA con mayúscula de los socios europeos.

Sin ella y los miles de millones en que se debe plasmar la solución es imposible. Más mque nunca nuestro país depende de la Unión Europea y a ésta le gustaría que Sánchez y Casado acordaran un plan conjunto, y si es con presencia en un gobierno de “unidad nacional” las negociaciones por la “pasta”, que de eso se va a tratar, serían mças fáciles.