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El hilo religioso que une a Urkullu con Junqueras
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El hilo religioso que une a Urkullu con Junqueras

martes 05 de mayo de 2020, 18:07h
Tras la decisión de ERC de votar no a la nueva ampliación del estado de alarma y las dudas del PP, las únicas fichas que puede mover Sánchez son las de Ciudadanos y el PNV. Arrimadas, tras su apabullante victoria en el Congreso de su partido, parece decidida a situarse en el centro. Las dudas surgen en el nacionalismo vasco y en sí la postura que decidan Urquiza y Urkullu esté unida a la de Junqueras y Rufián por un hilo religioso que llega al Vaticano del Papa Francisco.

En el mayor partido de la oposición, con sus 88 escaños, las dudas entre las dos formas de enfrentarse al Gobierno surgen de forma continua cada vez que se plantea una votación en el Congreso.Si Pablo Casado decide que el PP vote no a la prórroga del estado de alarma se estará jugando su futuro político, y si decide abstenerse, también. En la primera de las opciones abanderará, por su mayor número de diputados, la oposición dura a Pedro Sánchez y sus cuatro fases de desescalada. En la segunda se quedará en tierra de nadie.

El presidente del Gobierno - en una posición que no comparten varios de sus barones regionales - se aferra a su único e inamovible Plan. No hay opción B, que es algo absolutamente incomprensible, pero sí puede haber una, dos, tres modificaciones, adecuaciones, alteraciones puntuales en tiempo y articulación económica del Plan.

Es el as que Sánchez guarda en sus mangas y que le llevará a negociar con los antiguos socios como ERC, con los vacilantes socios como el PNV, y con los posibles nuevos socios con Ciudadanos. Están en juego dos variables que presidente y ministros han unido: la sanitaria y la económica: si no se acepta mantener por otros quince días el estado de alarma, el virus puede resucitar y obligar a dar marcha atrás en la pequeña apertura que se ha iniciado, y además, afectará de manera muy importante a la situación económica, con los ERTE en primer lugar y las medidas fiscales y sobre el salario de subsistencia a continuación.

Al líder de la oposición le quieren poner dos grilletes para que si quiere liberarse de ambos no tenga más remedio que “colaborar”, con condiciones pero sin entorpecer en demasía los planes del gobierno. Esas “pulseras” también quieren ponérselas al PNV, pero el partido vasco tiene más margen de maniobra pues su intención de celebrar elecciones autonómicas en julio son fácilmente negociables y hasta aceptables por más que el ministro Abalos se opusiera en las mismas hace unos días.

La mayoría que llevó a Sánchez al poder co la moción de censura se ha roto, sobre todo por el lado del independentismo catalán. Junqueras y Rufián ya están pensando en las elecciones catalanas y no quieren dejarles capacidad de maniobra a Puigdemont, Torra y al resto de JxCat. falta poe saber que hará la CUP, al igual que falta por saber como se moverán en las próximas semanas los solitarios representantes del PRC de Cantabria, el de Teruel Existe, el de Nueva Canarias, la de Coalición Canaria, el del BNG gallego, el de Compromís, los dos de Más País, el de Foro Asturias, y los cinco de Bildu. Un Parlamento con más de 20 partidos y formaciones políticas es muy difícil de manejar, por más que dos vicepresidentes de gobierno y una portavoz socialista pongan en juego sus mejores habilidades de negociación.

Si Sánchez consigue llevar el estado de alarma - con modificaciones puntuales - hasta el 25 de mayo, va a ser muy difícil que pueda mantenerlo durante todo el mes de junio. La presión social y económica va ser muy fuerte y el cansancio político de socios y oposición es palpable; al igual que es palpable y demostrable el cansancio dentro de las propias filas socialistas.