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La piel del oso y la patada republicana a Sánchez
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La piel del oso y la patada republicana a Sánchez

jueves 16 de mayo de 2019, 13:51h
La prudencia política exigía no dar por hecho que los independentistas catalanas iban a dar su aprobación a la elección de Miquel Iceta como senador por representación autonómico, y propiciar así su posterior nombramiento para presidir el Senado dada la mayoría absoluta de la que goza en esta Cámara el PSOE.

Pedro Sánchez y el resto de miembros de su gobierno vendieron la piel del oso antes de cazarlo. La costumbre es una cosa y los votos son otra. Con el juicio en el Tribunal Supremo por medio, con las decisiones de la Fiscalía de acusar a más dirigentes catalanes de diversos delitos por sus actuaciones durante en el primero de octubre de 2017, y sobre todo con las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, la presión que estaban dispuestos a ejercer desde ERC y JxCat sobre el líder de los socialistas y presidente en funciones era mucha. Así ha sido.

La patada republicana dada en el trasero de Iceta a la política de Pedro Sánchez es reversible. El plazo termina el 21 de este mes, fecha en la que se constituirán el Congreso y el Senado y se elegirán sus dos presidentes, sus seis vicepresidentes y sus ocho secretarios de las Mesas de ambas Cámaras. En Cataluña convocar un Pleno extraordinario y el sentido de los 65 votos en contra. El presidente Torrent tiene esa facultad. Difícil de conseguir pero no imposible.

La otra vía es el recurso que va a presentar el PSC ante el Tribunal Constitucional, que debería emitir su resolución antes de la formación del Senado y la elección de su presidente. Una situación insólita y que abre interrogantes sobre los procedimientos a seguir en el caso de que la Cámara Alta se constituya y quede pendiente la cuestión de la elección de Iceta como representante autonómico.

El día 21 será una fecha a señalar en la historia política de este país. Cinco presos sometidos a juicio con graves acusaciones en su contra llegarán al Congreso para formalizar sus actas como diputados y poder votar la elección de los nueve componentes de la Mesa del mismo, con su presidente/a al frente.

Una vez dentro del recinto parlamentario y elegida la presidencia, ésta será la máxima autoridad y, por tanto, la que tendrá que decidir que actitud adopta frente a los detenidos y cuándo tendrán que abandonar la sede del Congreso, así como sus movimientos y conversaciones dentro del mismo.

Con las actas en su poder y en su condición de diputados electos, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Sánchez y Jordi Turull podrán votar tres o cuatro veces. Primero en la elección del presidente, de forma directa o en segunda vuelta, y luego las elecciones de vicepresidentes y secretarios. Desde las diez de la mañana y en una jornada que puede alargarse hasta la tarde, con almuerzo incluido.
Situación compleja la que se ha producido en el Parlament de Cataluña por primera vez en la negativa a elección del socialista Iceta. Y situación compleja política y jurídicamente la que se va a vivir el martes 21 de mayo, ya bajo la alargada sombra de la nueva cita con las urnas.

Seas cuales sean los resultados de lo comicios autonómicos, municipales y europeos lo que reflejan estos primeros escarceos de negociaciones es que a Pedro Sánchez y al resto de los líderes de la izquierda y la derecha les espera unos meses de junio y siguientes muy complicados.

Si la mayoría absoluta ( 134 ) de la que va a disponer el PSOE en el Senado, a partir de sus 121 escaños logrados de forma directa el pasado 28 de abril, más los que le corresponden por reparto de los 58 que corresponden a las Comunidades autónomas ( 58 ) tras las nuevas elecciones, le permitirán a Sánchez moverse con tranquilidad; en el Congreso las cosas cambian y mucho por la voluntad que manifieste el partido de Oriol Junqueras.

Puede que los socialistas hayan logrado un pacto más o menos estable con los dirigentes de Podemos y que sumen a sus 123 parlamentarios los 42 del partido morado. Ciento sesenta y cinco a los que previsiblemente podrán añadir los seis del PNV. Enfrente tendrán los 151 que suman el PP, Ciudadanos, Vox y la coalición de estos tres en Navarra.

Para el futuro debate de investidura y elección del presidente del Gobierno le bastarían al PSOE con esos escaños en una segunda vuelta, pero es más que posible que Pedro Sánchez quiera y busque ser elegido por mayoría absoluta. Si los 350 parlamentarios pueden ejercer su voto necesitará el apoyo de los 4 escaños de Bildu y el de Coalición Canaria.

Si los 5 presos no pueden estar en ese futuro Pleno de la Cámara, la mayoría absoluta “presente” se quedaría en 173. De nuevo la segunda vuelta. Lo que parece muy poco probable es que los 15 parlamentarios de ERC y los siete de JxCat vayan a sumarse a los 151 de las tres derechas. Muy poco probable pero visto lo ocurrido en Cataluña lo inverosímil ya forma parte del juego político.