El posicionamiento web, la estrategia de marketing indirecto más valiosa en la actualidad

Nuevo mundo, nuevas reglas

Actualmente tenemos al alcance de la mano unas vías de comunicación, difusión e información como la humanidad jamás ha conocido en épocas anteriores. El grado de interconexión alcanzado gracias a internet es tan profundo que la mayoría ni tan siquiera se detiene a meditar realmente acerca de todas las opciones que hace posibles, y lo maravilloso que es esto.

Desde un punto de vista empresarial, las puertas que han sido abiertas por las nuevas tecnologías son tanto o más prometedoras de lo que resultan desde otras perspectivas. Ahora bien, el mundo de posibilidades que de pronto se ha convertido en una realidad, y que crece a ritmo vertiginoso incluso mientras lees este artículo, también supone la aparición de nuevas exigencias, nuevos desafíos y, como es natural, nuevas herramientas destinadas a superarlos. Es debido a esto que han surgido agencias especializadas en los diversos aspectos del marketing online, como es el caso de Agencia SEO Madrid, los especialistas con quienes hemos hablado para entender un poco mejor qué significan esas siglas que últimamente se escuchan tanto.

¿Qué es el SEO profesional?

En resumidas cuentas, el posicionamiento SEO comprende el conjunto de recursos que pueden ser aprovechados para mejorar la visibilidad de un portal web al hacer que los buscadores lo muestren entre los primeros resultados cuando se realiza en ellos una búsqueda relacionada con la temática de dicha web. Sobra explicar lo beneficioso que esto resulta para cualquier profesional, marca o compañía.

Ahora bien, ¿cuáles son esos recursos? ¿Cómo se utilizan? Aclaremos esto.

Herramientas para mejorar el SEO de una web profesional

Palabras y frases clave. Lo primero de que la mayoría oye hablar. ¿Palabras clave? ¿Eso qué es? Se suele preguntar uno. Sencillo: se trata de los términos o conjuntos de estos que un buscador relaciona entre sí, lo que le permite juzgar qué portales podrían ser de interés teniendo en cuenta las palabras que se han introducido en la barra de búsqueda.

Cada buscador tiene sus propias listas de palabras clave, que se van actualizando continuamente, además de contar con los medios para valorar no solo su presencia, sino la forma en que están presentes. Es decir, que no es suficiente con apuntar esas palabras e inundar una página web con ellas. Hay que hacerlo bien. Aparte, incluso si los buscadores no se dieran cuenta de este error, ¿qué ocurrirá cuando sean personas de carne y hueso quienes visualicen el contenido de la web?

A la hora de diseñar una página web, teniendo en cuenta tanto a buscadores como a usuarios, es vital hacer buen uso de aquellos elementos que podrán ser vistos antes de acceder a la web, destinados a ofrecer un muy conciso resumen de lo que se encontrará en el interior. Hablamos de las metaetiquetas y las metadescripciones. Sin un buen escaparate, la mayoría de los internautas se limitarán a pasar de largo.

Y por supuesto, no nos podemos olvidar del linkbuilding, tan valioso cuando se aplica con buen criterio. Y es que los buscadores también tienen en cuenta los enlaces que conducen a nuestra web, al entender que si esta cuenta con mucha repercusión fuera, debe de albergar algo que merezca la pena. Aunque debemos procurar estar a la altura de estas expectativas, de nuevo no por los buscadores, sino por el exigente juicio posterior de parte de los internautas.

Otra vez nos encontramos con que no basta con disponer de un gran número de enlaces cualesquiera, puesto que los buscadores aplican el criterio de que más vale la calidad que la cantidad. Unos enlaces son más valiosos que otros, dependiendo, entre otras cosas, de la web de la cual procedan. Así pues, el linkbuilding, al igual que el diseño web, es todo un arte.

Y hablando de enlaces y diseño web, pasamos a otro punto relevante: la estructura interna. Esta se puede considerar dividida entre lo visible y lo invisible.

Lo visible, como es evidente, será lo que los internautas verán cuando estén dentro de nuestra web. Lo que se muestre debe ser claro, pero a la vez atractivo, de manera que moverse por la página resulte fácil sin ser por ello aburrido. Hay que conseguir captar la atención del visitante sin generar agobio.

Cuando hablamos de lo invisible, del “esqueleto web”, nos referimos a todo aquello que conforma el cuerpo de la misma, haciendo que sea posible moverse por ella y aportando coherencia estructural. Duplicar espacios dentro de la web (o hacerlos muy parecidos), crear un entramado interno innecesariamente complicado o estructurar mal la web es muy perjudicial, en términos tanto de posicionamiento como de captación de clientes potenciales.