La penitencia de Cifuentes con su particular inquisición
Ampliar

La penitencia de Cifuentes con su particular inquisición

miércoles 24 de mayo de 2017, 12:31h
Dentro del PP creen que junto a la oposición y sus deseos de que la presidenta haga su particular y solitario paseillo mediático, está también el "fuego amigo" de aquellos que dentro de la organización están celosos de la imagen de cambio interno que está dando

La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha acordado de la Inquisición al comprobar como los otros tres partidos que acompañan al PP en la Asamblea de Madrid quieren que desfile en solitario el próximo 2 de junio por sus pasillos para que explique los contratos de Arturo Fernández para el servicio de cafetería, tras el informe que la UCO envió al juez Velasco.

Ni Lorena Ruíz-Huerta, de Podemos; ni Ignacio Aguado, de Ciudadanos; ni Angel Gabilondo, del PSOE quieren que en ese trance acompañan a Cristina Cifuentes los otros dos políticos que firmaron las actas junto a un buen número de funcionarios y que estaban representando a los socialistas, Francisco Cabaco, y a Izquierda Unida, Antero Ruíz. Se puede entender la postura de la oposición y sobre todo la de Podemos, lo que no se entiende es la de Ciudadanos que, si bien cumple con su obligación de pedir explicaciones políticas ante acusaciones de corrupción - que en este caso el juez no ha considerado - sin mirar los colores a los que afecten, parece que no le interesa tanto la verdad de lo sucedido como poner en la picota a la presidenta a la que apoya con sus votos.

Ese estar dentro y estar fuera a la vez, de apoyar y criticar, de acusar pero quedarse que es la forma de actual de Ciudadanos confunde a cualquiera y siembra de incertidumbre la acción de gobierno. Si Aguado cree que Cifuentes puede ser culpable, en contra hasta ahora del criterio del juez, lo que debería hacer él y su partido es retirarle su apoyo de forma similar a lo que hicieron sus compañeros en Murcia o alentando un cambio en base a nuevos acuerdos dentro de un tripartito que se antoja imposible.

En el ámbito del PSOE - que estaba representado en su momento con Francisco Cabaco - la cosa se complica aún más tras los resultados de las primarias y la elección de Pedro Sánchez como "resucitado" secretario general. En la Comunidad de Madrid perdió Sara Hernandez en su apoyo a Patxi López, y de cara al Congreso Federal y el posterior Congreso regional, se avecinan cambios importantes. Movimientos que ya se han sumado a los que venían produciendose en el seno del socialismo madrileño en el que los agravios y venganzas están a la orden del día.

Si hay que llegar hasta el final en el esclarecimiento de lo ocurrido con el Grupo Cantoblanco de Arturo Fernández, y es necesaria hacerlo por el bien de todos, mientras se dilucidan en el ámbito judicial las investigaciones y sumarios que se están moviendo dentro de las operaciones Púnica y Lezo, lo que debe hacerse a nivel político es que todos aquellos que participarón en los concursos y en las adjudicaciones comparezcan en la Asamblea. No sólo la hoy presidenta, también el resto de los que estaban en la Mesa. Si no es así la sombra de la Inquisición será alargada y tendrá razones Cifuentes para calificar así a sus oponentes.

Dentro del PP creen que junto a la oposición y sus deseos de que la presidenta haga su particular y solitario paseillo mediático, está también el "fuego amigo" de aquellos que dentro de la organización están celosos de la imagen de cambio interno que está dando, algo que ya la ha convertido en una sería aspirante a la lejana sucesión de Rajoy, lejana pero de seguro cumplimiento. Lo mejor para cuando llegue es que haya menos aspirantes. Cristina ha ganado puntos para ello y si se logra deteriorar su imagen, pues mejor para los que se creen en la línea de salida.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios