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Necrofilia electoral entre cementerios ante el 10N
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Necrofilia electoral entre cementerios ante el 10N

viernes 25 de octubre de 2019, 13:16h
Cada convocatoria electoral ofrece estrategias diferentes a los partidos políticos. Unos las utilizan para atacar a los adversarios con sus propuestas, sbre todo si están en la oposición, y otros para apelar a la memoria de los ciudadanos y llevar a un segundo plano los problemas reales del día a día. Tras el dominante tema de la corrupción, ahora se ha instalado la necrofilia resucitando la guerra civil.

Si el presidente en funciones del Gobierno, secretario general del princial partido político de España y candidato para las elecciones del 10N, ordena a su segundo en el PSOE y ministro que se celebren homenajes a las víctimas del franquismo en toda España el mismo día en que se exhuman los restos de Franco, y ese mismo día, a los 90 minutos del nuevo entierro del dictador en el panteón de Mingorrubio, se va al cementerio de La Almudena a depositar rosas rojas en la tumba de las “13 Rosas” fusiladas el 5 de agosto de 1939, no cabe la menor duda de que estamos ante actos electorales que buscan un rédito político en las urnas para el que los ha organizado.

Cinco horas de imágenes en directo superan con mucho la promesa del gobierno de que no habría imágenes del traslado de los restos del militar golpista que dirigió este país durante 36 años. Se podría heber resuelto en media hora como mucho. Planos de la salida de la cripta de Cuelgamuros y la subida del ataud al helicóptero y otros tantos de la llegada al panteón familiar. El protagonismo de la familia Franco y el de apenas pocos cientos de nostálgicos del antiguo régimen no habría trascendido en el tiempo.

Por si no fuera suficiente el gran operativo montada para trasladar el cuerpo momificado de una sepultura a otra, y la presencia del candidato-presidente ante la tumba de las trece jóvenes - traídas a la actualidad por el secretario general de Vox durante un programa de debate en la televisión pública - la llamada “declaración institucional” que realiza entre uno y otro acto Pedro Sánchez confirma que ante el 10 de Noviembre no quiere que se hable de los problemas económicos y sociales, pero sí de la memoria de la Guerra Civil y de los años de la Dictadura. De compañera: la crisis del estado en Cataluña, con la violencia añadida de los días posteriores a la sentencia del “Procés”.

El mismo tribunal militar que ordenó su fusilamento en agosto de 1939 dicfe en la sentencia que eran culpables de “adhesión a la rebelión”, convirtiendo así a las que lucharon en defensa de la legal República en cómplices del delito que ellos habían cometido. No aparece por ningún sitio ni la violeción, ni los asesinatos que Ortega Smith sacó a relucir hace unos días y que desde el gobierno han utilizado para organizar los actos de homenaje a su memoria. Vox, sin quererlo, se convierte en “ayudante” de la estrategia electoral de los socialistas.

La exhumación de Franco, por mucho que ahora quieran ponerse de perfíl los dirigentes políticos del Partido Popular y de Ciudadanos, la aprobaron todos los grupos en el Congreso ( poder Legislativo ), la aprobó el Tribunal Supremo ( poder Judicial ), y la aprobó e instó el Gobierno ( poder Ejecutivo ), los tres poderes independientes que conforman un estado democrático. Ningún partido debería intentar sacar provecho electoral de lo que se considera una reparación histórica.

Una verdad que convendría tener presente a la hora de asomarse a la propia historia de lo ocurrido tras el levantamiento del 18 de julio de 1936: la guerra no terminó en 1939, por más que Franco emitiera el famoso comuncado tras la toma de Madrid. La guerra continuó bajo otras formas, las de la guerrilla, la del maquís que se mantendría, por lo menos, hasta la declaración que hace el PCE dirigido por Santiago Carrillo en pro de la “Reconciliación Nacional” en junio de 1956. Antes, en 1948, otro dictador, Stalin, ha dejado de apoyar a esos grupos dispersos de españoles que creían que, tras la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial, que ocurre en septiembre de 1945, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia ayudarían a “terminar” con el régimen que había ayudado a Hitler y Mussolini. No fue así, comenzó la guerra fria y la lucha contra el comunismo, Franco recibió con entusiasmo compartido la visita del presidente Eisenhower a finales de diciembre de 1959, se firmaron los acuerdos sobre las bases militares de USA en España y el Generalísimo pudo morir en su cama un veinte de noviembre de 1975.