El transporte discrecional reclama usar el carril bus y tener zonas de carga y descarga

Autocares independientes discrecionales de Madrid ha reclamado este martes en la calle O'Donell, donde han cortado el carril bus con 22 autobuses, que se habiliten zonas de carga, descarga y estacionamiento tras las limitaciones establecidas en el centro de la ciudad por Madrid Central y poder usar el carril bus.

El transporte discrecional denuncia un "histórico" abandono y las restricciones impuestas por el Ayuntamiento, con el que se encuentran en una fase de prenegociación. "Nosotros estamos movilizados desde finales de noviembre, estamos saliendo más o menos cada 15 días y esperamos que esto tenga un buen fin", ha señalado la portavoz de los manifestantes, Begoña Landa, quien ha insistido en que no quieren "polémicas" solo "lo que es justo".

Los manifestantes han recalcado que sus protestas van "más allá de Madrid Central" y han reclamado disponer de más zonas de estacionamiento turístico como sucede en otras capitales europeas, así como poder cargar y descargar viajeros en los hoteles y hostales y en las paradas de la empresa municipal de transportes de Madrid (EMT).

Sin embargo, la portavoz ha señalado que antes de Madrid Central cuando llegaban a la puerta del hotel, cargaban y descargaban en la misma, si bien tampoco podían aparcar, aunque han apuntado que ya habían solicitado unas dársenas cada 200 o 300 metros para el aparcamiento.

En cuanto a su relación con el Ayuntamiento, los manifestantes han afirmado que se encuentran en una fase de prenegociación y que esperan tener una respuesta para abril. "Ayer acudimos a la reunión de una mesa de negociación y estamos viendo el poder quedarnos en ella y seguir reivindicando nuestra protesta", han explicado.

Ante la posibilidad de una huelga que suspenda el servicio de transporte discrecional, la portavoz ha informado de que la huelga sería "el último paso a dar", aunque tampoco es "descartable", y ha destacado que no se les ve tanto como a otros sectores, pero prestan un servicio "muy útil" para la ciudad", con transportes principalmente turísticos, de niños y ancianos.

Además, el transporte discrecional pide otras medidas que consideran necesarias como la revisión del sistema de estacionamiento de autobuses (SEA) para ampliar su horario a más de las 19.00 horas, un plan de ayudas y subvenciones para mejorar la flota y hacer vehículos menos contaminantes, simplificar los trámites administrativos y eliminar las "prácticas monopolísticas" y la "competencia desleal".

En este sentido, han destacado que el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) y sus vehículos no deben realizar servicios discrecionales de viajeros.

Por su parte, un conductor de servicios de autobús discrecional con más de 32 años de experiencia, José Luis Zamora, ha señalado que le gustaría que esto funcionase "como un servicio público", al igual que el taxi, y ha apuntado que están "vetados", pese a "transportar más gente, ser más ecológicos y tener una flota renovada".

"Ahora nos estamos arriesgando y si nos cogen, pues nos multan, pero hay veces que tenemos que descargar", ha indicado el conductor, ya que muchas veces transportan a niños muy pequeños o ancianos y ha añadido que las administraciones "no piensan que hay más gente trabajando", al señalar que la situación se ha hecho más complicada en Gran Vía por los dos carriles disponibles.