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El bochorno de Florentino ante 500 millones
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El bochorno de Florentino ante 500 millones

Quinientos millones de personas pegados a sus televisores habrán visto en cerca de doscientos países como el Barcelona, sin Messi, humillaba con cinco goles al Real Madrid, sin Cristiano. Han visto a un entrenador, Lopetegui, caminar detrás de su propio entierro. Y no han visto a un presidente, Florentino, que va a volver a jugar con fuego esta temporada.

El máximo responsable de todo lo bueno y malo que pasa en esa empresa que se llama Real Madrid, apostó por el hombre que iba a dirigir los destinos de la selección española en el Mundial. Lo “robó” con consentimiento y debe estar haciendo penitencia desde entonces. Sin Cristiano Ronaldo y sus 50 goles por temporada, los que debían sustituirle ni están, ni se les espera.

No han funcionado las promesas como Marco Asensio o Lucas Vázquez y aún han funcionado menos las estrellas suplentes del jugador luso. Ni Bale, ni Benzema tienen ya sitio en el cada vez más necesario nuevo Madrid, al que le falta capacidad de anotación pese a las buenas ocasiones de las que disfruta, unas veces por centímetros, otras por los palos, pero todo cuenta. Sin goles no hay victorias.

Tampoco lo tienen los integrantes de la defensa, con Sergio Ramos como máximo culpable. No se trata de “echarle raza” al desastre. El central está mal colocado la mayor parte de las veces, otras no acierta en el control del contrario, y otras se lanza tan alegremente a la ofensiva que cuando intenta regresar a su puesto lo hace en lan tortuga. Quiere intimidar pero le han cogido el número. Pase al centro de la defensa blanca y situación de máximo riesgo. Y además con dos porteros que pasan por ser buenos y muy buenos pero a los que lo de hoy tu, mañana yo les ha sacado de forma y de confianza.

Con Ramos puede irse Varane, en un alarmante descenso a los infiernos que no tiene parada y fonda. Son dos estatuas que dejan en evidencia al resto de la defensa, incluido Marcelo, al que no le pueden salvar sus goles, muchas veces decisivos pero que en sus arrancadas por la banda ya no encuentra la complicidad que tenía con Cristiano. Este feliz con sus siete goles en la Juventus italiana.

Si falla el equipo por la base y falla por las alturas, malo y hasta peor si tampoco acierta en la estructura, en el centro del campo. Modric no aguanta el ritmo, a Kroos le pasa lo mismo y la solución Isco es de taquicardia, un dia muy bueno, un día regular, un día malo.

El equipo no confía en sí mismo, ni en su futuro. Todos los jugadores saben que algo gordo va a pasar y no sólo en el apartado del entrenador. El futuro blanco necesita de sangre nueva, ya sea la que se pasea por el banquillo o la que necesita de fichajes exteriores. Hasta esta temporada el bolsillo del club daba para mucho, pero la construcción del nuevo Bernabeu necesita de todos los millones que antes iban a la contratación de los mejores.

Lopetegui ya estaba condenado, faltaba por saber cómo iba a ser el funeral. Cinco goles en casa del gran enemigo son cinco clavos de los grandes en el ataúd. Vendrá otro, puede que el duro Conte - al que ya le ha puesto la proa Sergio Ramos - o puede que se busque en el interior del club la repetición de la solución Zidane, ahora con Solari. Sea cual sea será un parche para los próximos meses. La deconstrucción del menú que los blancos deben ofrecer a sus socios y aficionados necesita de un gran cocinero pero más perentoriamente de buena materia prima.