www.cronicamadrid.com
    28 de marzo de 2024

RAUL HERAS

El diputado Eduard Pujol ya tiene su pequeña nota a pie de página en la historia del Congreso. Ha protagonizado, con ayuda de la Mesa presidida por Francina Armengol, el último esperpento de la investidura fallida de Alberto Núñez Faijóo: votar si, cuando debía votar que no, darse cuenta de su error en menos de dos segundos, y hacer que la proclamación del resultado se demorase durante 15 largos minutos. No cambiaba el resultado final pero logró que todos los presentes en el Hemiciclo no pudiesen salir del mismo. El vicepresidente de la Cámara representando al PP quería que el candidato perdiese por un 177 a 173, mientras que el vicepresidente en representación del PSOE quería un rotundo 178 a 172. Solución salomónica de Armengol, el voto con las dos caras se consideró nulo.

Estamos los españoles atrapados entre la negrura pesimista del Godot que retrata Samuel Beckett y la madrastra ambiciosa que crearon los hermanos Grim. De nuevo, como a comienzos del siglo XVIII, un Rey debe decidir qué representación teatral se va a escenificar en el Congreso.
El candidato Núñez Feijóo ha convertido su sesión de investidura en la primera moción de censura a un gobierno que está en funciones y del que no se sabe si segurjrá con su actual composición en caso de que Pedro Sánchez logre en su propia investidura mantenerse en el poder. El líder del PP, que comenzó nervioso y hasta desorientado a la hora de explicar la España que quiere, se creció como el más duro y ocurrente de la oposición.
Cincuenta ml españoles llegados de toda España se concentraron el domingo 24 de septiembre de 2023 ( conviene recordar la fecha ) en Madrid convocados por el Partido Popular para manifestar su oposición a la posible amnistía para los condenados por el burdo intento de declarar independiente a Cataluña. Pocos españoles si miramos los 47 millones que conforman hoy España. Apenas el 0,1 por ciento. Eso dicen las matemáticas y me temo que ese mismo porcentaje es el que daría si preguntamos por el conocimiento de la Constitución a la que se dice defender.
Sin el apoyo constante de su gran “padrino” la vicepresidenta en funciones y líder de ese partido recién nacido que es Sumar no podría hacer frente a sus antiguas compañeras de Podemos. Yolanda Díaz necesita más que nunca a Pedro Sánchez y éste, a su vez, es consciente que el papel de negociador e intermediario co el nacionalismo vasco y catalán que hacia Pablo Iglesias no lo puede hacer la que a sí misma se ve como la auténtica reina roja de la izquierda patria. Pablo la quiso utilizar, al igual que está haciendo con Ione, Irene y Lilith. Pedro, más pronto que tarde, tendrá que prescindir de sus servicios. Es la ley de la selva, la que rige dentro de las manada.
El presidente más presidente que ha tenido el PP, José María Aznar, ha llamado a “salir a la calle” para oponerse a la posible amnistía de Puigdemont y compañía. Le marca la línea a seguir al sucesor de su sucesor, que casi nunca le hizo caso, más bien todo lo contrario. En el otro lado, el presidente más presidente que ha tenido el PSOE, Felipe González, no pide salir a la calle a los suyos pero si les incita a una nueva rebelión interna, a un “golpe palaciego” contra Sánchez como el que ya protagonizaron en 2016, que tan sólo sirvió para que el “expulsado” regresara para llevar al socialismo al poder cuando nadie lo esperaba.
Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar en un encuentro
Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar en un encuentro

Poli malo, poli bueno con Pedro Sánchez de culpable prisionero

La hemos leído en decenas de libros; la hemos visto en decenas de películas y series de televisión. La escena es siempre la misma, al igual que sus protagonistas. Cambian las caras y el escenario pero el guión siempre es el mismo. Unas veces es una comisaría de policía: otras, la sala de Juntas de una gran empresa. Incluso, con un poco de paciencia, la habremos visto en el vestuario de algún equipo de futbol. El juego entre el poli bueno, el poli malo y la víctima de ambos lo están representando de manera impecable el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, el líder de Junts, Carles Puigdemont, y el presidente en funciones, Pedro Sánchez.
Nos persigue a los españoles y les persigue a todos los gobernantes desde hace una eternidad. Cataluña es una maldición que sólo se explica por la mala historia que le acompaña desde que quiso ser Reino cuando tan sólo era un Condado dentro del gran Aragón. Carles Puigdemont y sus sueños desde la Waterloo que contempló la gran derrota de Napoleón Bonaparte a manos del duque de Wellington un 18 de junio de 1815, es el producto destilado de los gobiernos españoles de los últimos 40 años. Este puede ser, condensado, su retrato político

El socialista Javier Rodríguez Palacios se creyó diputado nacional por Madrid durante seis días. Tenía el número once en la lista de Juan Lobato y era difícil que el voto CERA, el de los madrileños que viven en el extranjero, cambiara los resultados. Los cambió y el popular Carlos García Adanero se hizo con el codiciado e importante escaño en el Congreso. Los dos habían querido ser alcaldes en las elecciones de mayo, uno en Alcalá de Henares, el otro en Pamplona. Los dos ganaron en las urnas y perdieron en los pactos. Los dos se convirtieron en “ arrecogidos “ de Isabel Díaz Ayuso y de Juan Lobato en las listas para el Congreso. Un premio menor, pero un asiento en el Hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo es mucho mejor que un sillón municipal en la oposición.
Era sólo cuestión de tiempo y ese tiempo ha llegado. La Constitución que se aprobó por una aplastante mayoría de españoles en 1978, hasta convertir esa fecha en un mito democrático, está gangrenada y lo que deben hacer los dirigentes políticos es elegir el mejor camino para curarla y evitar que, con mayor o menos dignidad, acabe en el cementerio. Ha cumplido con creces la misión que le encomendaron sus “siete padres” oficiales (Manuel Fraga, Miguel Herrero, Gabriel Cisneros y Juan Pedro Pérez Llorca, por la derecha; Gregorio Peces Barba y Jordi Solé Tura, por la izquierda; y Miguel Roca por la entonces moderada derecha catalana): sentar las bases para una Transición que convirtiera a España en una Democracia.
Francisco Pi i Margall, presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República
Francisco Pi i Margall, presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República

Sánchez piensa en la monarquía federal que inventó Pi y Margall

Cálculo político premeditado o rápida respuesta al desafío de los independentistas mientras te juegas el Gobierno. El resultado es el mismo. “Si no quieres caldo, dos tazas” viene a decir uno de los refranes más conocidos y que, cargado de ironía, castiga a quien va dirigido con el doble de lo que no quiere o no le gusta. Es lo que el presidente del Gobierno hizo ya en 2019 con su elección para las presidencias del Congreso y del Senado: dos federalistas catalanes. Mensaje inequívoco hacia Felipe VI, y memoria de lo que planteó el que fuera presidente del Gobierno central, Pi i Margall a finales del siglo XIX durante el breve periodo de la Primera República española.
La radicalizada aventura soberanista emprendida a finales de 2012 por Artur Mas, a la sazón presidente de la Generalitat, terminó igual que empezó y debería servir de guía para el inmediato futuro y las negociaciones entre Puigdemont, Junqueras y los dos grandes partidos. Al margen de la ENC y sus imposibles deseos de independencia a las bravas. Mirar al PNV les puede servir de referencia: avanzar con la economía por delante.
Si los vascos saben hacer bien las cosas y lo llevan demostrando 40 años, habrá un momento en la Legislatura en el que la tormenta arrastre a su partido, el PP, a interponer una oportuna, pactada, negociada, valorada y firmada en restaurante de cinco estrellas, moción de censura
Ya sabemos que con los 178 votos que recibió en su elección como presidenta del Congreso y la mayoría de seis a cuatro que ostenta la izquierda del PSOE y Sumar frente al PP, Francina Armengol va a permitir que en la sesión de investidura del futuro presidente del Gobierno, sea quien sea el candidato, las intervenciones de los portavoces se hagan en castellano, en catalán, en euskera y en gallego. Hasta es muy posible que se hable en valenciano, en el bable asturiano, en la fabla aragonesa y, abierto el portón hasta en el castuero extremeño. Ninguno querrá ser menos que el que tiene al lado.
Todo acuerdo tiene un precio y Pedro Sánchez ya ha comenzado a pagar el suyo. Habrá tres lenguas cooficiales en el Parlamento español y en el europeo. Los diputados podrán hablar en catalán, en euskera y en gallego, además del castellano. A cambio y por 178 votos a favor, mayoría absoluta, Francina Armengol, la expresidenta balear es la nueva presidenta del Congreso y el también socialista Alfonso Rodríguez la vicepresidencia primera, junto a otra que le han dado a Sumar y las dos que tiene el PP, al no querer ceder ninguna a Vox por negar su voto a Cuca Gamarra.

1,3095703125