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Trump quiere a Rambo dando clases en las escuelas
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Trump quiere a Rambo dando clases en las escuelas

viernes 23 de febrero de 2018, 11:24h
El presidente Trump ha tenido otra de sus geniales ideas y, en lugar de desarmar a la sociedad norteamericana, ha decidido responer al dolor de las víctimas de las masacres escolares con más armas en las aulas


Le piden que haya menos armas en las calles y colegios de Estados Unidos y el aboga por todo lo contrario. Me refiero a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, que ha escuchado las peticiones de alumnos, profesores y familiares de las últimas víctimas de la sin razón que alimenta la violencia en todas las capas sociales de la sociedad norteamericana, a la que se le permite acceder a un mercado en el que lo mismo te compras una pistola que un tanque.

El presidente inesperado, que así puede llamarse al magnate inmobiliario que ocupa la Casa Blanca, ha tenido otra de sus ideas geniales: para evitar que alumnos armados causen una matanza en su escuela o en su instituto lo que hay que hacer es armar a los profesores. Nada de libros y educación para evitar la violencia. Armas contra armas y que gane el más rápido o el que tenga más capacidad de fuego. Si prospera la idea presidencial vamos a ver en las aulas a los enseñantes con un kalachnikov colgado a la espalda, una pistolera de las de las películas del oeste y, para que el cuadro sea completo, un pañuelo atado sobre la frente y un cuchillo de monte como si del mismísimo Rambo se tratara.

Mientras el fiscal especial encargado de desentrañar las interferencias de Rusia en las elecciones que llevaron a Trump a la presidencia prosigue su avance hacia el corazón del entramado empresarial del magnate, con nuevas acusaciones a su círculo más intimo, éste sigue “corriendo” en una huida hacia adelante que pone a la democracia norteamericana en entredicho. Puede, que lo es, la pelea del viejo poder de Washington contra el recien llegado, de la clase política instalada en la comodidad de la capital del Imperio contra el empresario audaz que arrastraba deudas millonarias con los bancos y mantenía unas relaciones peligrosas con la Rusia de Putin, pero el resultado será malo para el resto del mundo, que terminaremos pagando la factura de una política basada en la intimidación y el miedo en lugar del diálogo en un mundo en el que otros agentes geoestratégicos están llamando a la puerta y reclamando su papel protagonista. China, por ejemplo, y una Europa que debe creerse a sí misma y asumir su responsabilidad a nivel global. Para empezar el de su prpia defensa ante los retos de unos escenarios en los que la ciberseguridad y las revolucionarias tecnologías que ya están entre nosotros, han cambiado la forma de entender los conflcitos.