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Rivera: todos le temen y casi todos le necesitan
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Rivera: todos le temen y casi todos le necesitan

miércoles 15 de noviembre de 2017, 11:01h
Cataluña y su crisis han permitido resurgir al íder de la formación naranja, a quien hace tan sólo un año muchos daban por amortizado, como lo fue en su día la UCD o el CDS

Hace un año, tras las dobles elecciones generales ganadas por Mariano Rajoy, parecía que Albert Rivera y su partido podían correr la misma suerte que sufrió el centro derecha de la UCD y el CDS con Adolfo Suárez, Landelino Lavilla y Leopoldo Calvo Sotelo. A Ciudadanos se le auguraba una plácida muerte por aplastamiento entre los dos grandes partidos que han gobernado este país: a un lado el Partido Popular y al otro el Partido Socialista; en medio el partido nacido en Cataluña. Y ha sido Cataluña y su crisis la que le ha permitido resurgir de la mano de una líder que era prácticamente desconocida para la inmensa mayoría de los españoles llamada Ines Arrimadas.


En Andalucía, la socialista Susana Díaz necesita a Ciudadanos para gobernar. En Madrid, la popular Cristina Cifuentes necesita a Ciudadanos para gobernar. Dos autonomías claves en España que hasta ahora servían de colchón, de base para el futuro de la organización de Albert Rivera. Ahora, tras dos meses de grave crisis por el intento de secesión de Cataluña, las cosas están cambiando. Ciudadanos se ha convertido en una enorme tinaja en la que caben tanto los votos provenientes del PP como los que lleguen desde el PSOE e incluso los que puedan llegar desde las confluencias de Podemos. El centro químicamente puro al que intentan representar, con posiciones claras en cuanto al independentismo pero también respecto a la necesidad de reformas constitucionales, está funcionando a nivel de encuestas y de aumento de votos.


La primera prueba va a tener lugar dentro de cuarenta días. Será un momento crucial para Rivera y Arrimadas. Es muy difícil que pasen a ser la primera fuerza de Cataluña, algo que parece reservado para la Esquerra de Oriol Junqueras, si se presenta en solitario, o para la reedición con el nombre que sea de Junts pel Si. Lo que sí tiene asegurado es el segundo puesto y desde él, su papel de líder de la oposición, ya se construya ésta en torno a las formaciones que han gobernado en los últimos dos años o aparezca un nuevo acuerdo en el que desde Esquerra se incluya o bien al PSC de Iceta o a los Comunes de Colau y Domenech.


Van a ser unas matemáticas complicadas las de Cataluña pero sean cuales sean las sumas y los acuerdos para formar un nuevo gobierno en la Generalitat, lo que es seguro es que Ciudadanos y Rivera van a salir reforzados. Ya no se asomarán al abismo, por el contrario aparecerán como una opción de apoyo al gobierno que se quiera formar tras las elecciones generales, sean cuando sean, dentro de unos meses o en 2020 si hacemos caso a las palabras de Mariano Rajoy.
Albert Rivera y los que le acompañan han conseguido que todos les teman y que casi todos - excepto el Podemos de Pablo Iglesias - le necesiten. Es lo que siempre desde el inicio de la Transición buscó el centro político español. Sin conseguirlo. Puede que esta vez sea la buena y que, además, haya nacido desde Cataluña. La alargada sombra de Miguel Roca se habrá difuminado por completo.