La maldición del samurai

Alonso demostró que en esa tómbola que son las 500 Millas puede ganar. encabezó la carrera un buen número de vueltas y si el motor no hubiera explotado cuando iba séptimo y quedaban 21 vueltas a lo mejor... pero explotó, lo mismo que habían hecho otros dos de los coches de la escudería Andretti.

Al margen de los motores, las numerosas banderas amarillas y una roja - por un accidente brutal que puso los pelos de punta a los espectadores - que surgieron a lo largo de la prueba, hicieron que la victoria no fuera para el mejor, ni siquiera para el que mejor podía prepararla. En Indianápolis gana la suerte, estar en la pista cuando se alza la bandera amarilla, haber entrado a cambiar las ruedas o a echar gasolina y de inmediato ocurrir un accidente o volar una pieza. Casi todo lo que puede pasar en. Un circuito, pasa en ese óvalo de cuatro kilómetros y giros a la izquierda, en esas doscientas vueltas en las que adelantar por el exterior es casi suicida.

El piloto asturiano es un hombre rico pero sus malas decisiones le han alejado de forma definitiva de la gran historia del automovilismo. Tiene dos campeonatos de la Fórmula 1 pero han podido ser muchos más. Estuvo a punto de lograrlo en su primera temporada con Mc Lauren y las malas relaciones con Hamilton tiraron por tierra sus esperanzas.

Vino después Ferrari y de nuevo la desesperación con un coche que no rendía lo suficiente. Se marcha a Honda esperando encontrar en la marca japonesa el remedio a sus males y de nuevo la gran equivocación: Ferrari comienza a ganar, Vettel se beneficia de los esfuerzos de años anteriores de Alonso, y éste ve alejarse más y más su tercera corona.

Opta por buscar en Indianápolis ese triunfo que le lleve a codearse con los otros dos pilotos que han ganado en Le Mans y en Mónaco y también en las 500 Millas, una "triple corona" que sirve para tapar agujeros y poco más. Tampoco lo consigue. Y siempre, en todas las carreras, en todos los circuitos, la maldición del samurai. Honda es un fracaso y arrastra a Fernando. En Mónaco, Button no debe estar para muchas alegrías pese a su desplante al piloto español. Los que sin duda celebran lo sucedido al otro lado del Atlántico son sus ex compañeros en las dos escuderías que se disputan el mundial: Hamilton y Vettel, británico y alemán.