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Griezman necesita vestirse de blanco
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Griezman necesita vestirse de blanco

"Florentino no quiere a Messi, quiere a Griezmann". EL 22 de febrero escribía este titular acompañado de una breve nota para un Informe Ejecutivo que había solicitado mi opinión sobre los deseos del presidente del Real Madrid para dar la campanada en la próxima temporada, reforzar la calamitosa delantera del club tras la confirmada mala relación de la BBC, y poner las bases para el futuro sin Cristiano Ronaldo. Nada de sueños imposibles, la respuesta a las dudas de Florentino Pérez sobre su entrenador y sus jugadores estaba y sigue estando muy cerca. Ahora ya es casi público, hace dos meses no lo era tanto. Y esto es lo que escribí sobre el auténtico plan de Pérez:

El presidente del Real Madrid ha aprendido del baloncesto que practican en su club Sergio Lluch y el "Chacho" y del que practicaba en el futbol aquel gran jugador que fue Laudrup. Mirada para un lado y ejecución en el contrario. Deja que hablen de una casi imposible contratación de Messi, con una claúsula de rescisión de contrato de 250 millones de euros; y mientras se asoma al vestuario del Atlético de Madrid en el que Griezmann sólo vale cien millones. Mientras se preocupa Bertomeu con la ficha y los problemas judiciales de Messi y Neymar, la joya del Manzanares puede cambiar de camiseta.

Tras el partido del Bernabéu que terminó en un empate por el que el club blanco volvía a quedarse tras su gran rival, el Barcelona, el propio Griezmann se encargó de dar el aviso a Enrique Cerezo y Miguel Angel Gil: su fichaje por el Real podría cerrase en las próximas semanas. " El Principito" busca cambiar de aires y convertirse en una estrella mundial. Y eso, les guste poco o nada a los del Manzanares lo puede conseguir vestido de blanco, no de rojiblanco.

Mucho de lo que pase al final de la temporada depende de los resultados de este mes de abril. El málaga y el nefasto arbitraje del colegiado le han hecho un gran favor al Real Madrid y a Zinedine Zidane. La derrota del Barcelona a manos de dos ex jugadores blancos le da un punto más de ventaja, un pequeño colchón que podría desvanecerse si perdiera contra Messi, Neymar y compañía y perdiera en el encuentro aplazado ante el Celta. La Liga no ha terminado y no existe enemigo o adversario pequeño.

El otro frente está en Europa con el Bayern de Ancelotti como primer obstáculo a salvar. Los del Bernebeu tienen serios problemas con la defensa en cuadro. Dos centrales en la enfermería y unos laterales a los que se les exige que cumplan la doble función de defender y atacar.

Si miramos el centro del campo las cosas no están mucho mejor: Modric está en crisis y Kroos está muy cansado. Cuando no funcionan el Madrid se hunde sin transiciones entre defensa y ataque, que es el tercer y más grave de los problemas: Benzema es intermitente, Bale es un verso suelto que se estrella las más de las veces contra sí mismo, y Cristiano no termina de aceptar que sus mejores días han pasado y que se espera de él mucho más que un para de asistencias.

Si al Madrid le sonríe la fortuna y logra uno de los dos títulos por los que pelea, o los dos, se tratará de que Florentino renueve la plantilla e incluso al entrenador, una transición entre un hoy que se apaga y un futuro que necesita darle minutos a más de un jugador de la plantilla que tiene "hambre" de juego y de triunfos. Si fracasa y no logra llevar a sus vitrinas ninguna copa más, el presidente tendrá que abordar le guste o no, lo quiera o no una auténtica revolución. El mercado de fichajes le está esperando.