Sánchez cuela a Meritxell en Madrid

En ocho meses conoció al pepero José María Lasalle y se casaron por aquello de que el amor es compatible con la Restauración borbónica y lo que descubrieron los seguidores de Canovas y Sagasta: había que tener un pie en cada uno de los partidos. Ahora Meritxell, que tiene apellido, Batet, de general fusilado, se coloca de guardiana de las esencias catalanas de Pedro Sánchez en esa cremallera que son las listas, y en el mejor de los argumentos del líder del PSOE para recentralizar a los independentistas. Con 42 años y responsable de los programas socialistas aspira a ser ministra si su partido consigue el poder en diciembre. Modificará la Constitución y planteará la monarquía federal como forma de gobierno. Se afilió al PSC en 2004 y reconoce la importancia " docente" de Felipe González en su vida estudiantil. De rubia y ondulada cabellera tiene la sonrisa abierta y las neuronas despiertas, que vienen a ser sus señas de identidad en los pasillos del Congreso por los que transita, convencida de que en este siglo, el matriarcado es la solución.