Alonso ya ha pasado la mitad de su Víacrucis en la F-1

Sí, sorpresa. Por inesperada. Fernando Alonso ha sido capaz de, primero, acabar la carrera, y segundo, de hacerlo en quinta posición. Algo inaudito esta temporada. Además, su compañero de equipo, Jenson Button, acabó en novena posición. Los dos en zona de puntos. Récord para McLaren, que no había conseguido meter a sus dos coches entre las 10 primeras posiciones. Las únicas otras veces que McLaren ha puntuado ha sido en Silverstone, con un punto de Fernando Alonso, y en Mónaco, con 4 puntos gracias a la octava posición de Button.

Todo el mundo sabía que este año el equipo inglés de Fernando Alonso no iba a ser competitivo. Con la llegada de los nuevos motores Honda había mucho trabajo por hacer. Y además a contrarreloj. Tanto fue así que no tuvieron tiempo de rodar el coche antes de comenzar la temporada, por lo que las primeras pruebas del equipo fueron, directamente, en competición. Con muy pocas expectativas en el Mundial, comenzó la temporada. Ya sabemos que a Fernando le gusta mucho poner a punto sus coches. Y por cada equipo que ha pasado le han reconocido ese trabajo en el que tan bueno es. Que no sólo son sus manos, sino su conocimiento del coche. Ese es el gran reto de Fernando Alonso de este año. No es ganar carreras, aunque si cae alguna victoria no se le haría ningún asco, pero el dominio de Mercedes y el paso adelante de Ferrari y Red Bull lo hacen complicado.

Comenzó el campeonato sin la presencia de Alonso. El extraño accidente en la pretemporada en Montmelo le impidió tomar la salida y pese a que se encontraba bien, no corrió por precaución. Su compañero de equipo logró una sorprendente y esperanzadora undécima posición. Pero en el siguiente Gran Premio se vio la cruda realidad. Fernando Alonso tuvo que abandonar la carrera. Ya podíamos ver los enormes problemas de fiabilidad del coche. Primera carrera y primer abandono. No sería el último.

En China consiguió llevar el coche a meta, en una positiva duodécima posición. Fue una buena carrera para el piloto español, que por fin, desde que llegó al equipo, pudo completar 56 vueltas seguidas. Eso daba una idea de cómo estaba el coche. A pesar de todo, aún había mucho que mejorar. Desde el motor, pasando por la aerodinámica. Y el mismo Fernando, como reconocía tras acabar el Gran Premio. En Baréin consiguió llevar el coche a línea de meta en undécima posición. El asturiano comentó que estaban mejorando mucho, aunque aún faltaba un mundo para poder ser competitivos.

Y llegó la decepción de Catalunya. Otra vez, el doble campeón del mundo tuvo que abandonar la carrera, esta vez por problemas en los frenos. Así que, a poner las ilusiones en Mónaco. Y vuelve a abandonar. Más problemas de fiabilidad. A pesar de que el ovetense asegura que se está mejorando mucho, los resultados no acaban de llegar, y pone la vista en Austria y Hungría como dos Grandes Premios en los que ver la mejora del coche. Y en Canadá, más de lo mismo. Tercer abandono consecutivo y la fiabilidad del McLaren más que en entredicho. El coche está muy por debajo de ser competitivo. Donde más se ven sus carencias son en la velocidad punta y en los caballos de potencia. En los circuitos rápidos, no hay nada que hacer. Es cierto que a cada cita llevan algo nuevo en el Fórmula 1, pero los resultados no eran los esperados.

En Austria tuvo mala suerte. Kimi Raikkonen colisionó con Fernando y le hizo abandonar la carrera. Lo cierto es que el impacto fue brutal. Pero sin lesiones gracias a la diosa Fortuna. Una pena, porque Alonso probaba mejoras aerodinámicas en su coche que podía darles mucha información. Había que pensar en el siguiente Gran Premio, en Silverstone. O no, ya que era uno de los más rápidos del circuito, cosa que no va bien al lento McLaren. Aún así, el piloto español consigue llegar en décima posición y poner el primer punto en su casillero. Buenas e inesperadas noticias.

Y llegó Hungría. El Gran Premio en el que Fernando Alonso había puesto muchas expectativas. El de Hungaroring es un circuito lento, de esos que vienen bien al actual McLaren, ya que la potencia no cuenta tanto. El viernes abrió una puerta a la esperanza de entrar por fin en la 'Q3', cerrada de golpe por el fallo de su coche en la 'Q2', que dejó su imagen de verle empujando el monoplaza para intentar llegar a 'boxes'. Cuando parecía que la suerte no estaba de su lado, volvió en la carrera donde llevó el coche sin problemas a línea de meta, y lo hizo ¡en quinta posición!. Seguramente se debe más a lo accidentado de la carrera que a las posibilidades del coche, pero eso sí, tanto él como Button acabaron en zona de puntos por primera vez en toda la temporada.

Esta última carrera puede dar esperanzas de mejora para el próximo Gran Premio, en Spa casi dentro de un mes. Ahora se produce el parón veraniego y que el equipo tiene tiempo para trabajar y mejorar mucho el coche. Pero también los demás. Además, aún queda mucho por hacer, según palabras del piloto español. A la vuelta de verano, se espera que el McLaren, y sobre todo su motor Honda, sea un poco más competitivo con casi total seguridad, aunque el objetivo es hacer un coche para ganar carreras el año que viene. Y aunque a Fernando le gustaría ir más rápido de lo que se está yendo, tiene muy claro este objetivo. Esperemos que los problemas de fiabilidad que tanto le han costado, queden completamente superados en la segunda mitad del campeonato y podamos ver a nuestro piloto en mejor situación que la de ahora.