Del Cura pide medidas contra el tráfico de drogas en la Cañada

El alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura, se reuníaó este pasado martes con representantes de cinco asociaciones vecinales de la Cañada Real y de otros colectivos sociales que trabajan en la zona, ha informado el Consistorio en una nota de prensa.

El encuentro, que se produjo en el sede del Ayuntamiento, permitió a ambas partes poner en común la preocupación creciente sobre el estancamiento que sufre un proceso que se inició con la aprobación en 2011 de una ley, promovida por el gobierno del PP de la Comunidad de Madrid, que en palabras de Del Cura "se ha convertido en papel mojado".

Tanto la representación vecinal como el alcalde de Rivas coincidieron en reclamar a la Comunidad de Madrid "menos fotos y más hechos". En la reunión se recibieron quejas sobre un estado de las cosas preocupante que se concreta en el aumento del tráfico de drogas en Valdemingómez, y en la llegada constante de nuevas personas que instalan chabolas e infraviviendas en la Cañada, "alentados por el efecto llamada que supone la búsqueda de soluciones urbanísticas para las construcciones que allí se ubican".

El primer edil ripense denunció la alarmante "descoordinación entre la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno". Del Cura criticó que el Ejecutivo regional "se haga fotos inaugurando mesas de Urbanismos, Sociales o de Seguridad, mientras que no existe un Plan Integral para la población de la Cañada que contemple partidas presupuestarias, el realojo de las familias que no vean legalizadas sus viviendas, o que se tomen medidas policiales para acabar con la extensión de los clanes de la droga que se han hecho dueños de Valdemingómez".

Al encuentro de ayer, que ha supuesto retomar el diálogo entre colectivos vecinales de la Cañada y del Ayuntamiento de Rivas, asistieron también representantes de ACCEM (Asociación Comisión Católica Española de Migraciones), Secretariado General Gitano, El Fanal y Arquitectos Sin Fronteras, cuatro ONG que trabajan activamente con la población (8.628 personas censadas) que reside en una estrecha franja de terreno de 15 kilómetros de largo que recorre los municipios de Madrid, Coslada y Rivas.

Al finalizar, se propuso la creación de un Observatorio Vecinal para la Cañada Real, en el que también estaría presente el Ayuntamiento de Rivas y del que formaría parte activa las asociaciones vecinales Rivas Oeste, "el barrio ripense que más está sufriendo los efectos de la pequeña delincuencia generada por drogodependientes que pasan por el municipio para acceder a Valdemingómez, lugar en el que se concentra el tráfico de drogas".